Hambre Primordial

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¿Qué es el hambre en general? Es algo extraño, que nos afecta en muchos campos de la vida. El fumador tiene hambre de tabaco, o de porros o de lo que fume. El que bebe de su bebida. Quien ama de su amada o de su amado. El escritor tiene hambre de escribir y el pintor de pintar. El que no ha comido en un tiempo tiene hambre de comida. Aquel que no ha dormido tiene hambre de sueño. Y así es con todo, parece. El hambre es un hueco que pide llenarse. Dicen que el universo no soporta los huecos vacíos, que no soporta el vacío.

Sin embargo, ya en el Tao se nos habla de que la verdadera utilidad que tienen las cosas proviene del vacío que las conforma. El vacío de un vaso es el que permite llenarlo del líquido que se quiera. El vacío de una habitación es el que permite habitarla. El vacío, a su vez, es el generador del movimiento dentro de la ilusión de que todo se está moviendo. Los vacíos permiten ser llenados y vaciados y vueltos a llenar. Según la “ciencia” el universo es vacío al 99,999999999% y yo diría que, si nos ponemos finos, es al 100%. ¿Entonces, de qué se llena algo que estaba vacío sino es de más vacío?

En el mundo de los deportes el hambre es por ganar el título y porque tu equipo o atleta favorito gane ese título. Todos hacen unos esfuerzos titánicos para conseguir una copa o una medalla. En el mundo empresarial todos se esfuerzan porque su empresa sea la que lidere el mercado o que, por lo menos, su producto sea de los más comprados. El hambre es por vender y ganar más dinero y hambre de “libertad” también, de tener un horario más libre y poder trabajar en cualquier parte del mundo, etc.

Hambre por todos lados. En la naturaleza es igual, hambre por todos lados. Todos los animales se mueven para depredar, sea directa o indirectamente. Unos cachorritos jugando a que se muerden y persiguen no están más que entrenando sus habilidades para cazar y paliar el hambre en un futuro, hambre que ahora cubren sus padres. ¿Para qué teje la araña su tela de araña? ¿Para qué las presas de los castores? Y así ad infinitum.

Total, que parece, a todas luces y por más que indaguemos, que vivimos en un universo predatorio lleno de criaturas predatorias y llenas de hambre y con ganas de saciar esa hambre porque, si una cosa tiene el hambre es que genera en el ser que la vivencia las ganas casi irrefrenables de saciarla. Podríamos hablar del Hambre Primordial como la fuerza que hace que todo se mueva en el mundo. El hambre que moviliza mundos enteros en colisión para ser la música que los mueve, que hace que dancen, que provoca todas las obras de arte, que provoca este mismo escrito que no sé dónde llegará ni a quién tocará en su existencia, pero lleva esa Hambre Primordial en su firma, porque al final y al principio todo es una cuestión de vacíos que buscan ser colmados…

Ian.

Luz y sombra

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Todos tenemos luz y sombra. Unos más de luz que de sombra y otros más de sombra que de luz, pero a fin de cuentas, todos tenemos de los dos. Imagino que con esto ocurrirá también como ocurre con el día y la noche. Habrá momentos de nuestra vida con más sombra y otros con más luz. Momentos más inspirados y momentos más decepcionantes. Sabiendo esto miro a mi alrededor e imagino cuantas sombras hay y las apariencias de la vida se opacan porque lo que solemos mostrar es nuestra luz, nuestro lado brillante.

Un ejemplo muy claro de ese lado brillante son las redes sociales. Ahí compartimos sólo lo bueno de nosotros, aquello que consideramos lo bueno de nosotros claro. Cada cual cree que está haciendo lo mejor seguramente y tal vez sea así, pero la cuestión es que con la globalización y todos los contrastes y comparaciones que se hacen entre unos y otros se está produciendo una brecha muy grande entre aquellos que son de la “élite” en cuanto a estatus, poder adquisitivo, fama e influencia y aquellos que no. Es más, se está produciendo un efecto contrario a esa búsqueda de estatus, fama e influencia y hay mucha gente que busca pasar desapercibida, no les importa estar denostados socialmente y por supuesto no quieren ni desean influenciar a nadie.

Esa brecha que se está produciendo nos está llevando a una sociedad controlada por unos pocos a todos los niveles (alimentación, salud, forma de pensamiento, etc.) que son los únicos que tienen acceso a una alimentación saludable de verdad, a una medicina que sana de verdad, etc. Ese control esperemos que se desmorone, pero por ahora está creciendo en influencia y dominación y con la IA más RRSS como Tiktok o IG se están modelando y moldeando las mentes de millones de personas día a día, paso a paso.

A veces pienso si lo que está ocurriendo en la actualidad es el sueño húmedo hecho realidad de los brujos antiguos Toltecas, que eran unos seres despiadados y ávidos de poder y control como nunca antes y después ha habido. Han conseguido hacerse con el mundo entero para poder acaparar mucho más poder en menos tiempo o a saber para qué. Seguramente para varias razones a la vez. Es una teoría mía, pero me cuadra bastante teniendo en cuenta las capacidades inauditas que poseían estos brujos que, usadas para lograr el control de un planeta, irían muy bien y las actuales macroempresas y lobbies de poder al final están dirigidas por unos pocos que, casualmente, suelen estar en las juntas de accionistas de las otras empresas y conglomerados comerciales.

Pero bueno, realmente no debe importarnos si el control dictatorial de este planeta está a manos de los brujos antiguos Toltecas o de los extraterrestres o de las logias, etc. etc. El curso de la historia humana está fijado y parece llevar un objetivo por ahora incognoscible, pero deberemos vivir las situaciones que tengamos que vivir debido al camino hacia ese objetivo o destino fijado. ¿Fijado por quién? Yo diría que por la nada que es la que está inmóvil y sin cambios, es el motor inmóvil del que hablaban los filósofos griegos. Y ese rumbo está ahí por la misma razón por la que sale el sol por la mañana y se acuesta por la tarde. Por la misma razón de las mareas o de los ciclos lunares. Por la misma razón que nos hace ser jóvenes al principio de nuestra vida y viejos al final de ella. Y, bueno, nadie sabe el porqué de este destino fijado, a dónde nos lleva, cuál es su fin, todo queda demasiado suelto, extraño, vago, imposible de asir…

Ian

Oniricum

No pasa nada. Nada sucede. Estás donde tienes que estar. Todo está como debe estar. Sé que en determinadas circunstancias esto puede sonar cruel, despiadado e inhumano tal vez. Sin embargo, por más vueltas que le doy, no llego a una conclusión diferente. También en la práctica, no sólo en la teoría, experimento este paroxismo extraño que deviene de no asociarme con nada concreto. Si te asocias con algo, eso te mueve hacia un lugar, hacia el lugar donde se mueve eso con lo que te has asociado. Pero si te desvinculas de casi todo por que decir de todo es imposible (es lo que pienso a día de hoy), entonces no hay nada que te mueva. Digamos que puedes moverte a cualquier sitio tú, por propia iniciativa, pero hay tantos sitios a los que moverse que al final no eliges ninguno.

A la vez elijas el camino que elijas éste no llevará a ninguna parte, todos los caminos son infinitos y sin objetivo final, sin meta, digamos. Parafraseando a don Juan de Castaneda; sólo existen dos tipos de caminos; caminos con corazón y caminos sin corazón. Elegir un camino con corazón hace que el camino sea uno contigo y te revitaliza y te llena de energía. Elegir un camino sin corazón hace que el camino sea diferente a ti, te agota y te drena la energía vital. En realidad, da igual qué caminos se tomen en la vida, al final no sirve de nada tomar unos u otros, pero sí que es verdad que se suele tener predilección por un tipo u otro de camino.

Hay gente que le gusta caminar por caminos con corazón y otras personas que son más de caminos sin corazón. Sin embargo, eso es, creo yo, porque se eligen más veces caminos sin corazón que con corazón y eso hace que el drenaje de energía genere una forma de elegir deficitaria y por lo tanto perjudicial para el elector y tendente a los caminos sin corazón. Yo creo que se pueden elegir los caminos con corazón con más asiduidad y facilidad una vez se han probado ya varios caminos sin corazón y se ha contrastado su ineficacia y perjuicio. Ocurre que los caminos sin corazón tienen cierto cariz que les hace adictivos, sino nadie los elegiría nunca.

Esta es, para mí, una de las mecánicas básicas del juego de la vida que hace que un ser humano se destroce o se empodere, dependiendo de los derroteros que decida elegir a cada paso del camino. Luego, está la mecánica del amor y del deseo, que mueve las elecciones y las bifurcaciones que cada uno toma a cada momento en el camino eligiendo muchas veces caminos sin corazón por ser simpático o simpática con el ser humano de turno que nos guste. O hacer tal o cual gilipollez sólo porque estamos en un grupo de “amigos” y ellos están haciendo eso.

Al final todos esos caminos elegidos nos hicieron no tomar otros derroteros que ya no sabemos a dónde nos habrían llevado. Una cosa está clara para mí, existen formas de vivir este sueño mucho más ricas y profundas (años luz más ricas y profundas) pero también es verdad que esas formas son hoyadas por muchos menos seres humanos de media y que, además, esos seres humanos son aquellos cuya inteligencia era superior a la media de verdad, porque pudieron ver las vías muertas o muy poco transitadas, ver el valor que estas vías tenían a la hora de ser transitadas y eligieron sabiamente esas vías, puesto que muchas serían vías que podrían llevarles a la mismísima muerte.

Hay que tener en cuenta, de todas maneras, que hay seres humanos que están muy por delante de la gigante mayoría dentro de los caminos recorridos y que estos seres humanos saben detectar a los que están transitando caminos únicos y poco transitados porque ellos mismos hoyan estos senderos. Por eso en el juego todos estamos donde debemos estar. El sueño es soñado por el mismo soñador desde múltiples puntos de vista y cada punto de vista es un apoyo de los demás puntos de vista. Son como nódulos en una red infinita y el tiempo se crea porque pones la atención en un nódulo y luego en otro, pero en realidad están ahí, en tiempo presente, siempre.

Ian