Sueño

Escuchar mientras se lee…

Vivimos en un sueño. Un sueño que pesa mucho y parece sólido, pero es un sueño. Todo es un sueño, todo lo que aparece ante nosotros como por ejemplo ahora este escrito aparece ante ti. ¿Por qué lo que yo escribo hoy se mantiene hasta mañana? No lo sé, es algo inexplicable. Existe una especie de coherencia en todo que hace que las cosas se mantengan un tiempo, pero no eternamente. Cada cosa tiene su tiempo, su ciclo digamos. Este texto depende del servidor donde se mantiene. Las células duran unas cuantas horas o días o semanas, dependiendo de la célula. En promedio, las células de tu cuerpo son reemplazadas cada 7 y 10 años. Sin embargo, no todas tienen la misma duración, ya que algunas viven unas pocas horas y otras, varias décadas.

Así que la duración de cada cosa está ya prefijada y puede afectar con su vida a la vida de las demás cosas, en su lugar y con sus intensidades. Son cosas obvias, pero es parte del funcionamiento de todo esto, de este sueño y sus engranajes. La verdad es que es muy extraño y a la vez muy coherente el devenir que tienen los sueños, los que se producen al dormir y los que tenemos cuando estamos “despiertos”. Ahora, en el sueño que nos ha tocado vivir, están los Juegos Olímpicos en inauguración en Francia y están haciendo toda clase de rituales satánicos para promocionarlos y de paso dejarnos los primados negativos que les interesan para el futuro próximo. Siempre hacen lo mismo, es cansino y aburrido, pero bueno. Esto formaría parte de la pesadilla en la que vivimos en muchos casos y mucha gente.

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Después existen otros seres humanos liberados de estas cuestiones de lo que podríamos llamar “Matrix”, que es un término a estas alturas ya muy manido. O eso creo, tampoco estoy muy seguro. No sé si estoy muy seguro de que exista tal cosa como la libertad o la liberación o algo así. Visto desde cierto punto de vista, esto es imposible. Es imposible la libertad. Y visto desde otro punto de vista, es lo más plausible. Quizá dependa del punto de vista que se elija, no sé. Al final puede parecer radical, pero, qué más da…

Ian

¿Qué nos está pasando?

Escuchar mientras se lee…

Vientos de cambio. Los seres humanos nos estamos volviendo más fríos, cada vez más egoístas, más distantes. Nos decimos entre nosotros en las redes sociales que es mejor estar solos y eso nos está destrozando y a la vez nos está poniendo a prueba. Ya no queremos amarnos, ni reconocernos, ni respetarnos. Nos estamos endemoniando en masa. Una parte pequeña de la población mundial está retirándose a los campos para poder vivir en la naturaleza y curarse de las grandes urbes. También intentan practicar más el respeto por los demás y por la vida. El amor por el prójimo y por uno mismo.

Otros, sin embargo, están optando por la separación, la frialdad y el egoísmo exacerbado que está polarizando a la población cada vez más y no sabemos qué derroteros puedan llevar estos movimientos, pero muy halagüeños no parecen. Sin duda son tiempos extraños y difíciles y no parece, por desgracia, que vayan a ponerse mejor. Todo aparentemente está bien en las calles, pero la gente tiene realmente un nivel de tristeza, apatía y dolor de alma muy grande. Ser escuchados es como una especie de milagro y si eres tú quien los escucha terminan confesándote que eres como un ángel que les viene caído del cielo.

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Por doquier, en internet, miles de canalizadores y sanadores del alma están dispuestos a sanar a quien pague la consulta y la depresión, ansiedad, malos hábitos y otros desórdenes son tratados en podcast de todas las latitudes e idiomas. Grupos enteros de adolescentes están en los parques mirando sus móviles, hipnotizados. Y no tan adolescentes. Yo también miro mi móvil hipnotizado. Es algo global que nos está separando como nunca antes en la historia de la humanidad conocida ha pasado.

Vientos de cambio. Viene algo muy grande, muy profundo, muy ancestral. No sé si esto servirá de algo. En principio me sirve a mí como botella al mar que suelto porque veo que este problema es cada vez más grande y parece que la solución no va a ser muy bonita. Pero bueno, al final todo forma parte del gran baile de máscaras en el que vivimos que es nuestro sueño colectivo que nos hace creer que hay más seres a parte de uno mismo…

Ian

Cuando no puede ser

Cuando no puede ser no puede ser y además, es imposible que sea. No es así el dicho exactamente, pero viene a decir lo mismo el que acabo de escribir. El original es; lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Y es verdad. Ahora mismo entre la palabra mismo y la palabra entre hay un espacio en el que no puede estar escrito el Quijote, por ejemplo. Ni tampoco puede existir una casa o una hormiga o un océano. La cosa es que hay veces que queremos cosas que no pueden ser y encima nos frustramos por ello, cuando la cosa es imposible hay que dejarla ir y ya está. Es más, es que ni dejarla ir, por que no hay nada que tenga que irse.

En realidad, es que todo está ya de alguna manera orquestado y lleva la dirección que lleva. Sobre el libre albedrío yo creo que no existe, porque no puede ser que exista si la gente está tan atrapada en su personaje y para cambiar de personaje hagan falta verdaderas proezas. Además, esas proezas, que son llevadas a cabo por personajes que quieren cambiar por ciertas influencias externas que les han condicionado en ese camino, son así en todos los seres. Todos los seres estamos realizando proezas a cada instante sin darnos cuenta o dándonos cuenta, pero realizándolas. Cada acto, cada movimiento, cada suspiro, cambia o modifica el curso de los acontecimientos o digamos que está ahí porque el curso de los acontecimientos pasados así lo quiso. Visto desde este punto de vista no cabe el libre albedrío. Cabría si en cierta manera se pudiese cambiar hasta de cuerpo. No digo que no se puede hacer, pero es muy difícil de hacer o hay muy pocas personas que sepan hacerlo. Aquí está un ejemplo de cambio en el cuerpo verdaderamente curioso…

Quizá el libre albedrío exista a cierto nivel y haya que criarlo, por así decir, para que haya más cantidad de libre albedrío, pero no creo que sea esa la circunstancia. Lo que se puede ver es que somos seres de costumbres y que nos movemos por millones de influencias de todas clases, desde externas a internas y lo que parecen decisiones libres son realmente imposiciones de X factores que nos rodean y conforman. Así que todo lo que estoy escribiendo aquí, hasta los errores que he corregido, debían ser así. Desde mi nivel de azúcar hasta las conversaciones que he tenido con la gente, pasando por lo que he tomado y teniendo en cuenta la temperatura y millones de factores más que se concatenan hasta el pasado más remoto desde el presente actual, todo ello conforma la decisión de poner la palabra poner en lugar de la palabra colocar, por ejemplo. Por ejemplo, escribir por ejemplo al final de la frase anterior es algo que ya estaba “predestinado” por cómo soy yo en mil variantes o, mejor dicho, como estoy siendo ahora, porque, como todo, vamos mutando.

Total, que vaya rollazo que he soltado aquí. Menos mal que esto no lo lee nadie, no creo que haya nadie capaz de aguantar hasta el final de un escrito así, pero tal vez exista esa persona. Si es así, te saludo y te mando un abrazo y no me tengas en cuenta, al final nada importa y nada es más importante que nada (y de esto tampoco estoy muy seguro).

Ian