La fijeza de la atención

Nuestra atención suele estar fija en las mismas cosas casi toda la vida. Es curioso cómo somos animales de costumbres y no salimos de estas y de los ciclos de pensamiento que ellas crean. La atención es como una especie de pegamento transparente que emanamos y que se pega a ciertas cosas y otras nos. Por ejemplo, se suele pegar más a pareceres negativos sobre los demás, la vida y sobre nosotros mismos que a pareceres positivos sobre lo que nos rodea y sobre nuestro ser.

Para que la atención se centre en cosas positivas y constructivas hay que hacer un entrenamiento consciente de la misma y “forzarnos” a centrarnos en este tipo de cosas antes que en otras. Luego los medios de comunicación están constantemente centrados en cosas horribles que “ocurren” (lo entrecomillo porque muchísimas de esas cosas no ocurren realmente, son directamente mentiras) y las gentes centran sus diálogos y pensamientos en las dolencias que tienen, en cuántas veces van al hospital o al médico, etc. etc. etc.

A mí me gustaría ser un maestro de la atención. Ser dueño bajo mi voluntad de mi atención y poder dirigirla con toda la potencia necesaria a los asuntos que de verdad son óptimos para vivir la vida plenamente. La mayoría de asuntos (por no decir todos) que nos han enseñado a tener en cuenta bajo nuestra atención son bazofia que no vale un pimiento. Sólo sirven para perder nuestro tiempo y energía en absurdeces que nos venden como la panacea que procurará la perseguida “felicidad”.

Veo el mundo como ríos de atención que es dirigida por diferentes entidades que tienen más caudal de atención que los caudales menores y así ad infinitum. Por tanto, los seres humanos tenemos por encima de la cadena trófica seres que nos gobiernan y nos dirigen para que vivamos la vida de ciertas maneras y que así seamos sus ovejas dadoras de leche y carne. En este caso parece que se nutren de la energía de los sentimientos y por eso procuran una sociedad que esté casi constantemente suscitando sentimientos encontrados, negativos y positivos y, sobre todo, lo más intensos posibles. Para ello estos captores nuestros procuran una ingeniería social brutal alrededor de las relaciones de pareja para que se den múltiples encuentros románticos en cada vida y que sean tumultuosos emocionalmente hablando. Las parejas que serían verdaderamente funcionales y equilibradas simplemente son imposibles de formarse porque estos seres lo impiden directamente.

Personas que conocemos en nuestra vida y decimos: sería genial tener algo con esta persona y, sin embargo… se va a vivir a otra ciudad o país, no hay química sexual, tiene pareja, etc. etc. etc. Razones todas muy “lógicas” pero que no parecen tan lógicas cuando ocurren varias veces en la vida con este tipo de personas.

Pues esta “teoría” que planteo aquí no es tan teoría. Se ha estudiado a fondo esta casuística por parte de Corrado Malanga de Italia y parece ser algo que le ocurre a miles de personas y, extrapolando, a la gran mayoría de la población mundial. ¿A qué personas no les pasa esto? A las personas que no tienen alma o no la manifiestan. Y eso es porque estas personas no sienten nada en absoluto. Fingen lo que sienten, pero no sienten nada, por lo tanto, son como relleno y sólo sirven a los fines del depredador como controladores sociales de aquellos que sí tienen alma. Son los agentes Smith, basándonos en la película de Matrix.

Mirándolo desde otro prisma, creo que estos seres están ahí para ponernos a prueba y para hacer de criba de una especie de selección natural que busca seleccionar y dejar pasar a unos pocos humanos capaces de ser dueños de sí mismos a unas cotas altísimas. Tan altas que yo diría que hablamos del dominio completo del ser o, por lo menos, del ser humano en la dimensión humana conocida ya que esa criba está puesta para los seres humanos.

Para finalizar sólo decir que no valdría la supuesta iluminación para pasar esa criba. La iluminación sirve como puente para llegar a estados mayores de comprensión y dominio de la propia atención en el campo de batalla externo e interno, pero no para la resolución del juego. Ian

Hoy es el “famoso” portal 8-8-8

Escuchar mientras se lee…

Mucha gente está haciendo meditaciones y cosas curiosas por este día. Pero este día es una invención humana. Aunque pueda vibrar con la energía del 8 y lo que ésta representa, pero no lo veo yo como para tanto “rollo”, digamos. Es verdad que es un convencionalismo llevado a cabo por millones de personas y ahí tiene una fuerza peculiar como egregor gigantesco. Aún así la gente va a dejarse llevar por estas cosas porque somos así, qué le vamos a hacer. La naturaleza humana es ritualista y supersticiosa y gracias a esa naturaleza hemos prosperado en medio del gran misterio que es la vida, visto por otro lado.

Eso nos ha dado las fuerzas para seguir adelante, para pensar que estamos protegidos y que podemos superar los obstáculos que nos vamos encontrando en la vida. Así que bienvenida esa forma de ver el mundo, la forma mágica. Ocurre que la magia puede ser usada para bien o para mal y mucha de la magia usada ahora mismo es para mal por lo que parece. Nos estamos sumiendo en un sopor cada vez mayor gracias a esas magias que nos están absorbiendo la vitalidad y la atención y, por tanto, la inteligencia y el buen juicio. Cada vez más se está conformando una entidad de un solo pensamiento que va arrastrando a los restos residuales y les va engañando haciéndoles creer que son diferentes y que están siendo “rebeldes”.

Se está polarizando la sociedad de una manera nunca vista en la historia conocida de la humanidad. Esto suena a que se está preparando algún tipo de conflicto, cosa que no quiero por nada del mundo, pero es lo que parece que está pasando. Quizá devenga en un darnos cuenta de que estamos equivocados y que los extremos no llevan a nada bueno y entonces se calmen las aguas, pero sería muy naif ver esto así. De todas maneras, es mejor no anticipar nada porque lo que venga tendrá que venir por algo, por designio superior. Todo viene al final por un designio superior, aunque sea un designio superior en forma de leyes de causa-efecto.

Ian

Cielo

El Cielo en la Tierra es algo que he experimentado pocas veces, pero doy gracias porque lo he experimentado. Para mí el Cielo en la Tierra es hacer el amor durante horas y luego comer algo rico y dormir. Parece simple, pero es bastante complicado de conseguir. Pagando no me sirve, yo atribuyo el hacer el amor a que no hay dinero de por medio, entre otras muchas cosas. La magia que se siente en ese trance de amor es increíble, se llega a cotas de elevación muy por encima de meditaciones ordinarias, por ejemplo.

Pienso que se canalizan muchas energías y que hay que saber estar “limpio” de parásitos energéticos y otros entes que puedan aprovecharse de la transacción de energía que se produce. Siempre habrá alguno que se cuele, es muy difícil estar limpio del todo, pero se puede intentar y puede que se logre. Las energías que se intercambian soy muy intensas y a la vez finas, producen un placer somero y prolongado muy interesante.

Luego puede que se dé una explosión de placer por parte de los dos o de uno de los participantes en el caso de ser dos. En el caso de que se dé existen unos masajes que se hacen en el coxis y en la zona genital que extienden y mantienen en el tiempo el orgasmo, haciendo que sea mucho más placentero. Hay que hacerlo con cuidado y con mimo, pero se logran verdaderos oasis de placer. Luego se pueden masajear las piernas y el abdomen casi con caricias, moviendo ese placer de un lado a otro y mejorando así partes del cuerpo y órganos internos también.

Las posibilidades son muy grande y también muy desconocidas. Yo sólo conozco un poquito muy pequeño y con eso ya he conseguido transportarme bastante lejos gracias a los placeres que he sentido. Gracias a las parejas que he tenido, han sido mujeres muy buenas e interesantes con las que he aprendido mucho de muchas cosas y, claro, del placer y sus vericuetos también.

Ian