Dejar de ser “bueno”…

Escuchar mientras se lee…

Podría ser muy bueno. Nos enseñan una manera de ser “buenos” que es contraproducente en muchos casos. Es seguir la voluntad de los demás, lo que los demás esperarían de uno supuestamente. Es servir a los demás sin servirse a uno mismo primero. Es “amar” a los demás sin amarse a uno primero. Cosa que hace que no se sirva correctamente a los demás, sino que se alimente su ego que se hace cada vez más desmedido. Por lo tanto, ser bueno tal cual está establecido es malo realmente. Estamos creando monstruos a nuestro alrededor sin saberlo. Nos estamos volviendo monstruos por ser “buenos” y por pretender que otros sean “buenos”…

El proceso de dejar de ser bueno es o paulatino o radical, pero mejor que sea paulatino porque es dejar muchas costumbres y formas de actuar de lado y pasar a actuar de otra manera contraria a éstas. Es como dejar un vicio en muchos aspectos. Ocurre que al final tendrá que ser radical. Ya no se le baila el agua a los demás, por ejemplo. Eso no significa que no se puede ayudar a alguien en un momento dado, pero no dejar que nos arrastren a sus designios y voluntades.

Por otro lado, parecer bueno o actuar como la gente cree que es “ser bueno”, está bien para pasar desapercibido o para ser aceptado en sociedad. Entonces se puede usar ese comportamiento de manera clave. Todos estamos usando el comportamiento de manera clave, eso nos permite adaptarnos a la sociedad. Sino sería un guirigay y la sociedad se parecería más a un manicomio que a otra cosa. Pero sabiendo esto y sabiendo que la gente piensa un 80% o 90% en sí misma más que en los demás, podemos hacer casi lo que queramos sin miedo al qué dirán. Y si esto no fuese así tampoco tendríamos que tener miedo al qué dirán. Lo que otros piensen de nosotros no podemos controlarlo, pero sí lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Así que pensemos en positivo para nosotros y para prosperar en lugar de estar con miedos absurdos que nos paralizan y nos impiden vivir una vida más plena y propia.

Ian

Los sueños serán plasmados en películas

Pronto, no queda mucho para esto, los sueños serán registrados como películas gracias a la Inteligencia Artificial y a los rastreadores neuronales. Imagino que a nivel militar ya están haciendo esto y plasmando los sueños de los militares como espionaje militar psíquico, pero eso es otro tema. La asociación de la IA con la lectura de mentes será la forma en que podremos aprender a una velocidad de vértigo sobre nuestra mente y sobre nosotros mismos, mucho más que en milenios de investigación.

Podremos ver los pensamientos a tiempo real y diría que los sentimientos, porque será una mezcolanza de sentimientos y pensamientos lo que se grabará ahí. Podremos ver qué imágenes se generan en una persona enamorada o en alguien que está muy cabreado. Se podrán ver películas en tiempo real creadas por personas entrenadas para ello y con una majestuosidad increíble. Esto me recuerda al libro de “Ami, el niño de las estrellas” de Enrique Barrios. En este libro Ami, que es un extraterrestre niño que habla con un niño de la Tierra y le enseña cómo viven ellos y corren muchas aventuras juntos, enseña a Pedrito cómo hacen espectáculos en los que los seres van plasmando con su mente el espectáculo que se va a ver. En este caso no hay nadie que sea más que nadie. No hay artistas como tales, sino que todos son artistas y todos participan, vamos, los que quieran. Pero todos saben usar la IA.

En un futuro será lo más normal del mundo tener asistentes de IA para muchas cosas y robots que convivirán con nosotros como lo hacen ahora los teléfonos inteligentes. La cosa es que habrá robots que serán ultra realistas y parecerán seres humanos en la manera en que se comportan y en su razonar. Será muy difícil poder identificar entre unos y otros, pero yo creo que ya, desde hace milenios, estos “robots” están entre nosotros. Las vueltas que han dado las civilizaciones son muchas y muy variadas y, además, muy extrañas. Pienso que en la historia de la humanidad han habido varios resets y que han sobrevivido los más fuertes de estas humanidades y los que más se han adaptado.

Ian

Conocer lo que nadie conoce

El colectivo humano vive en una especie de burbuja de conocimiento muy sesgada, muy hecha a la esfera humana, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, esto provoca que, en realidad, el conocimiento humano sea muy limitado y muy pobre. Limitado porque se limita a esa esfera que, por más grande que pueda parecer, es inmensamente pequeña en comparación con la esfera del conocimiento sumo. Y pobre porque es un conocimiento que está muy infestado de mentiras, engaños y falsedades. Por lo tanto, es un conocimiento que más vale deshacerse de él que otra cosa.

Existen seres humanos que han avanzado en la burbuja de conocimiento e, incluso, la han roto, pasando a la gran esfera de conocimiento. Acercándose a conocimientos que poseen seres inorgánicos, por ejemplo. Conocimientos sobre cómo funciona la percepción, cómo se puede modificar y cómo estas modificaciones de la percepción modifican, a su vez, las cosas que nos ocurren en la vida. Conocer, por ejemplo, sobre las moscas y su capacidad de comprimir y expandir el tiempo. Adquirir los reflejos de una mosca, como lo logró en su momento Bruce Lee. También se puede adquirir la fiereza de un puma o el sigilo de una cobra. Esto lo saben en oriente y en el mundo de las artes marciales.

También se puede conocer cómo comer como lo hacen los animales. Los animales comen aquello que saben que pueden comer. Tienen una especie de 6º sentido que les permite determinar que esto es alimento y esto otro no lo es. De nacimiento, ellos ya saben qué comer y qué no, nadie les enseña nada, lo saben. Eso es conocimiento real y verdadero. Al igual que el que tienen muchos curanderos reales y chamanes que saben qué enfermedad tiene la persona nada más verla, por ejemplo. Y saben también qué tratamiento es el más idóneo para esa persona.

Todos estos y más son conocimientos que “nadie” conoce o, mejor dicho, conocimientos que la gigante mayoría desconoce. Son conocimientos que han de practicarse para que se conviertan en sabiduría. Si se adquieren varios de estos conocimientos ya no se ve el mundo igual. Por ejemplo, un conocimiento de esta clase es saber que el mundo es un mundo nuevo a cada instante y que a cada instante estamos entrando en un mundo nuevo. Mundo en el que pueden ocurrir cosas fascinantes y para las cuales podemos “prepararnos” de alguna manera si sabemos ver los cambios que se presentan en los mundos que van desplegándose. Mientras se esté en la primera atención, que llaman los brujos Toltecas, los cambios son bastante lentos, aunque esto está cambiando y cada día son más rápidos. Pero se puede pasar a la segunda atención estando en la primera y entonces provocar cambios mucho más rápidos en la primera atención.

Pronto, con el desarrollo de la Inteligencia Artificial General y su implementación en el avance de los diferentes descubrimientos e inventos llegaremos a una singularidad en la que la abundancia y el equilibrio de los factores provocará algo nunca visto. Esperemos que positivo…

Ian