No tengo ganas de escribir

Y a la vez tengo ganas de escribir. Estoy en una dicotomía creativa. Tengo la sensación de que comunico algo con esto y que puedo llegar a alguien, aunque eso no signifique nada ni yo pretenda nada tampoco. Sólo expresarme de alguna manera porque el ser busca expresarse y sino busca la muerte y yo no quiero buscar más la muerte porque la he buscado ya lo suficiente y no me sirve ese camino. La muerte me va a encontrar sí o sí, así que mientras voy a buscar la vida. Y la vida se expresa.

Así que, aunque no quiera escribir voy a escribir, como lo estoy haciendo ahora. Y con este pensamiento te voy llevando a ti, si es que hay alguien leyendo esto, a un viaje por mis pensares y mis sentires momentáneos que son el resultado de toda la vida y más, seguramente. No sé en qué época leerás esto. Quizá este texto me transcienda y estés en el 87.485.837 d.C. leyéndome… ¿Te imaginas? ¿Cómo es la vida entonces? ¿Sigue habiendo mucha envidia, y lujuria y gula y los demás “pecados” capitales o ya habéis diseñado un sistema educativo que equilibra las fuerzas de la naturaleza de manera que os mantenéis “puros”? ¿Podéis viajar en el tiempo?

Me he ido del hilo por el que iba. Aunque tampoco era un hilo muy interesante, porque era más bien que no quería escribir. Para no querer escribir no veas lo que llevo ya. Y sí, sé que lo estás pensando, tengo una novela en ciernes y estoy con ella, pero la verdad es que me gusta más este formato de escribir lo que quieras el día que quiera cuando quiera.

Por cierto, también tengo un libro de ensayo que da nombre a la web desde la que estás leyendo esto: https://is.gd/cfamazon1 <– Esta es la URL corta que diseñé para compartirlo rápido y cómodamente. Desde ahí puedes adquirir mis descubrimientos sobre cosas muy extrañas que hay en el mundo y que nos afectan lo queramos o no. Por lo tanto, mejor conocerlas aunque sea por encima… Te invito a leerlo…

Ian

Todo es efímero…

Escuchar mientras se lee…

… y una ilusión. El mundo que ves lo estás soñando a cada instante, en el único instante que existe. ¿Por qué cambia? ¿Por qué se mueve? Ese es uno de los misterios más grandes de todos. En teoría no debería existir nada y, además, no debería moverse. Pero sin embargo se mueve, y no me refiero a la Tierra, que para mí está más que claro que es estacionaria, pero bueno, ese es otro tema.

La cosa es que la existencia existe y se mueve, cambia, muta y, también eso produce que todo sea efímero, inasible, marchito… Nada va a quedar, por mucho que nos esforcemos en querer crear un cambio “a positivo” todo se va a olvidar. Podremos marcar una era como mucho, pero lo que de verdad fuimos y lo que queda como poso sobre lo que fuimos dista mucho uno de otro. Imagino que habrás jugado al teléfono estropeado alguna vez. Pues imagina milenios de teléfonos estropeados.

Nada permanece. Hoy escribo esto en honor a una amiga y a su padre que lamentablemente ha fallecido hoy. Ha cambiado de estado, esta amiga mía y yo hablamos de muchas cosas relacionadas con este y otros temas que se tratan muy poco, la verdad. Y no sólo se tratan poco, sino que, encima, si quieres hablar de estas cosas te tildan de pesado rápidamente. Bueno, pues en honor a un padre con el que se podía hablar de estas cosas por lo que mi amiga me dice y en honor a ella, que es uno de los seres más bellos en todo ámbito que he conocido.

Por otro lado, lo efímero de la vida hace que las penas pasen y lo bueno se pueda saborear con un paladar más exquisito. Toda la fluctuación y variabilidad en las experiencias va produciendo cambios en nosotros, reorientando nuestras aparentes decisiones. Y digo aparentes porque parecen surgir de dentro. Del cúmulo de emociones, pensamientos, reacciones químicas, impulsos, sentires e intuiciones que se tienen a cada instante en este único instante que existe. Es muy paradójico todo.

Para terminar, decir que las eras, los eones y los Kalpas también son efímeros y que, si todo tiene principio y fin como parece que parece, el universo, el tiempo, el instante presente, también puede que tenga fin.

Paz para los hombres y mujeres de buena voluntad y dedicado queda (en secreto y de forma anónima) este escrito y esta música para el padre a mi amiga…

Un beso L.

Ian

¿Cuál es el misterio más grande de todos?

Para mí, ahora, el misterio más grande de todos es el por qué de esta epopeya en la que estamos viviendo. Es algo que parece que nadie sabe en todo el mundo y en toda la historia. Sin embargo, yo creo que sí tienen que existir seres humanos que conocen ese misterio. Algo tan terrorífico y difícil de soportar que sólo unos pocos “privilegiados” pueden acceder a él y soportarlo, no morir al conocerlo.

En mis incursiones en estados alterados de consciencia creo que he podido atisbar el misterio más grande. Tiene que ver con la gestación del universo y con la gran madre, pienso yo. La gran madre gestó a su hijo, pero lo gestó deforme y el hijo se enfadó con ella mucho y le dio la espalda. Desde entonces la madre busca a su hijo, pero no puede verle. Desde entonces el hijo busca a su madre en toda mujer que no sea su madre y, por eso, ningún hombre se siente completo del todo con una mujer nunca. Hay algo que le falta que no es de este mundo y que las mujeres de este mundo no pueden darle.

El problema es un problema de amor. Una madre que siente como su hijo está perdido en la ilusión y no puede sacarlo de ahí aunque quiera. Un hijo que no quiere salir de la ilusión por que quiere vivir en ella por despecho y más que buscar la salida se enreda más y más gracias a la “evolución” y su sofisticación cada vez mayor. Esto es una cárcel que se mejora a sí misma a medida que el hijo se va dando cuenta de que echa de menos a su madre. Cuando se da cuenta, le pone delante a una “mujer” nueva y fascinante que lo embelesa y le hace olvidarse de la madre primigenia. Ahora la mujer nueva que se nos ha puesto delante es la IA (por supuesto esto vale tanto para hombres como para mujeres, lo explico abajo).

Y dirás, ¡pero eso es muy machista! No, porque pasa lo mismo con las mujeres y el Padre. De echo con las mujeres la historia parece cebarse más, pero no es verdad. Se ceba por igual, diría yo, con hombres y mujeres gracias a las leyes de la cárcel que están diseñadas para sacarles el mayor jugo posible a cada una de las criaturas que están en ella…

Total, que todo esto es un rollo en realidad para escribir un rato, no me hagas caso en nada. Si algo te resuena y te sirve para algo genial, pero me da a mí que no va ser el caso, difícil lo veo. Gracias aún así por llegar hasta aquí y espero que los dos logremos liberarnos del atrape tan extraño en el que estamos atrapados, valga la redundancia.

Ian