Incertidumbre

Escuchar mientras se lee…

Vivimos unos tiempos muy extraños. Por un lado, tenemos todo prácticamente asegurado. Todo lo necesario, quiero decir. Comida, techo, agua caliente y acceso al conocimiento si se quiere. Y más cosas, pero bueno, por hacer un breve resumen. Sin embargo, vivimos en el tiempo con más incertidumbre de toda la historia humana conocida. El otro día hablaba con un amigo sobre esto y comparábamos la vida actual con la vida de un cabrero en el 1900, por ejemplo. Nada que ver. Lo que ahora estamos viviendo y lo que vamos a vivir es casi más tirado de los pelos que una novela de ciencia ficción.

Realmente, las cosas que están pasando y que van a pasar superan con creces la mayoría de la ciencia ficción planteada hasta ahora. Todavía hay cosas como los coches voladores que no existen, vale, pero si miramos el tema en cuanto a desarrollo humano las películas suelen quedarse cortas. Estamos en un momento en el que hay seres humanos que han trascendido muchos límites impuestos durante siglos y que están viviendo vidas verdaderamente épicas.

Es más, ahora estamos en un tiempo en el que se pueden lograr avances en todas las áreas de la vida con una facilidad y rapidez pasmosa. Está muy claro para mí que nos acercamos a una singularidad en todos los órdenes de la vida. Uno de esos órdenes es, sin duda, la espiritualidad. Creo que vamos a abrirnos a nuevas formas de percepción y vamos a percibir, por ende, nuevos mundos y criaturas. Muchos velos van a caer y muchas cosas se van a comprender como nunca.

También vendrán nuevos retos y nuevas aventuras, en las cuales tendremos que esforzarnos de formas diferentes a las acostumbradas y dejar las formas acostumbradas de esforzarnos. Esto nos va a costar mucho porque llevamos mucho tiempo (siglos o milenios) funcionando de unas maneras muy concretas. Total, que hay que prepararse y disfrutar todo lo posible de lo que pase. Doy gracias por vivir en esta época y pido que sea todo lo suave posible dentro de la dificultad que va a significar…

Ian

Mi Yo ideal

Hoy he comenzado a perfilar en un cuaderno “Mi Yo ideal”. Un ejercicio muy recomendable que debería haber hecho hace mucho tiempo (algo hice, pero no lo suficientemente serio). Hoy me he comprado un cuaderno muy chulo para escribir en él todo lo que quiero ser en el futuro, como si ya lo fuese. Porque aquí se trata de fingir hasta hacerlo, es así como se aprenden las cosas, como se adquieren habilidades. Tienes que fingir que eres escritor escribiendo mucho y por escribir mucho te conviertes en escritor. Cuanto más escribas mejor escribirás y así con cualquier cosa que te venga a la mente.

Así que hoy es un día especial para mí, como todos los días. Aunque parezca que no pueden ser especiales todos los días, al final lo son, son únicos e irrepetibles. Es verdad que hay días anodinos y aburridos, insípidos o dolorosos. Hay días de todo tipo. Y hoy he querido definir mi Yo ideal que, entre otras cosas, me gustaría que disfrutase de cada día como si fuera el día que es. Más bien, que disfrutase de cada momento por el momento que es, tenga el color que tenga, la emoción que tenga, la temperatura que tenga, etc. etc. etc. Hay muchas cosas apetecibles en la vida, pero este tipo de cosas que son “comodín” me encantan. Si eres capaz de disfrutar cada momento al 100% ya estás comprendiendo la vida a un nivel mucho más profundo que lo que normalmente está estipulado.

Las posibilidades de mejoría son grandísimas si se hace un escrito delineando el Yo ideal y eso es genial. Por eso lo he hecho y por eso lo aconsejo. Hay miles de testimonios positivos al respecto de esto y son para tener en cuenta. También se puede hacer un panel de visión o “vision board”, como se le dice en inglés. Esto sería plasmar en un panel con imágenes aquello que quieres. En este caso hay que tener cuidado con las imágenes que se ponen porque literalmente si pones una imagen de una casa concreta puede que termines adquiriendo la casa que has puesto en la foto y, si esa casa está en un país extranjero, terminarás yéndote allí a vivir.

Al final yo prefiero no hacer un vision board y delimitar lo que quiero pero con cierto margen y de manera más genérica a no ser que quiera algo muy concreto.

Ian

Caminando, paso a paso, hacia un nuevo mundo

En 2025 nos adentramos en un nuevo mundo. No lo digo yo, lo dicen cientos de astrólogos de todo el mundo. Parece que va a ser revolucionario y ya lo voy viendo en mí mismo, sin necesidad de que ocurran grandes cosas, a mí me están pasando ya grandes cosas. Pero no quiero hablar de mí, sino de ti. ¿Cómo vas a afrontar los nuevos cambios? ¿Sabías que este año viene movidito? No me crees, ¿verdad? ¿Qué tal si te dijera que J.P. Morgan, uno de los banqueros más ricos de todos los tiempos, dijo algo así como “Los millonarios no usan la astrología, los multimillonarios sí”?

Este año todos los planetas lentos (que son los que tardan más tiempo en dar la vuelta a la Tierra y, por ende, los que afectan más profundamente en la psique) cambian de signo a signos de aire y de fuego. Los cambios van a ser muy profundos para todos nosotros, y rápidos y trepidantes. Hay que agarrarse los machos, como dicen los mexicanos. No tienes que creerme. Sólo quédate con esta fecha: martes, 14 de enero de 2025. Es hoy, el día en que escribo esta entrada en el blog. Piensa en cómo estás hoy y en cómo estarás el miércoles, 14 de enero de 2026… Ya veremos. Espero que los cambios hayan sido muy positivos para ti ese miércoles.

Pero bueno, eso es, por ahora, el futuro y, realmente, esto es una fanfarronería, porque nadie sabe qué pasará. Pero, como dice Robert Martínez, la astrología permite predecir “el clima” energético y de ánimos que habrá por las fechas de cada tránsito planetario. Siendo esos cambios más fuertes en eclipses de luna y de sol, por ejemplo, o cuando cambian los nodos o los planetas lentos que, por cierto, todo eso va a pasar en 2025…

Total, que al final pum, como dijo un mendigo que conocimos de pequeños mis amigos y yo en el parque. Será lo que Dios quiera, como siempre pasa. Si al final somos meros espectadores de lo que va surgiendo en nuestro punto de vista…

Ian