Hay tanta belleza en el mundo…

Y a la vez hay tanta crueldad, desgarramiento y dolor… ¿Qué es este mundo? De verdad, ¿Qué es este mundo? Parece una maravilla increíble a todas luces, pero, a la vez, recuerda a una cárcel. Estamos aquí sin memoria de lo que somos, perdidos en una inmensidad que tiene mucho de cruel. Sí, también hay mucha belleza y es verdad que las playas o las montañas son preciosas. El cielo azul, los atardeceres, etc. Muy bonito, sí, pero qué pasa con las enfermedades, con la vejez, con el dolor y el sufrimiento.

Lo primeros cristianos pensaban que el mundo era un constructo de Satanás. Que era su reino y que por eso era así de cruel. Procuraban inmiscuirse lo menos posible en asuntos del mundo y vivían frugalmente y en virtud. El Catarismo, el Maniqueismo, el Gnosticismo o el Jainismo son corrientes que pensaban y piensan lo mismo básicamente. Este mundo es impuro y no somos de aquí. A saber qué es el mundo y qué función tiene. Hay gente que lo ve como una escuela, ¿pero para aprender qué? Luego está claro que están los seres iluminados que lo saben todo y tienen la respuesta a todas las preguntas. Total, que hay para todos los gustos, gracias a Dios.

¿Tú qué crees que es el mundo y, sobre todo, para qué crees que estás aquí? No hace falta que respondas si no quieres. Puedes cerrar esta página y listo o lo que quieras, pero ahí está la pregunta que imagino te habrás hecho alguna vez. Lo bueno es que muchos seres humanos se la han hecho también antes que nosotros y le han dado una respuesta que puede gustarte más o menos, encajar más o menos, pero lo importante es que te haga mover algo dentro de ti hacia la solución. La solución que plantees tú, claro, que es la única que vale.

Mientras tanto y si quieres, puedes encontrar mi búsqueda pinchando aquí. No es definitiva ni mucho menos, pero es una aproximación a algo que yo creo que es descomunal. Un abrazo y gracias por llegar hasta aquí

Ian.

Felicidad

 Vivimos en la sociedad de la “felicidad”. Todos tenemos que ser felices todo el rato o tender a ello. Pero, ¿Qué es la felicidad? ¿Alguna vez te lo has preguntado en serio? Pasar una buena tarde con la familia y con los amigos en una barbacoa podría ser la felicidad, ¿Verdad? Podría ser estar pescando en un lago calmo de madrugada…

Podrían ser miles de cosas y ninguna de ellas. La felicidad, en mi opinión, no existe. No existe tal cosa como la felicidad. Creo que la felicidad es un invento moderno para que persigamos una zanahoria que nos hace ser “productivos” y que es como el azúcar lo es para el cáncer. La felicidad exacerba nuestro ánimo y nos lleva a generar verdaderos monstruos en post de buscarla. Y, además, parece que cuando se ha conseguido un logro no hay felicidad, se requiere otro más y más grande.

Es eso, perseguir una zanahoria que nos mantiene en la carrera de la rata. Y, además, vale para todos los ámbitos; la familia, las relaciones de amistad y amorosas, laborales, etc. etc. Mirándolo así (que, ojo, es sólo un punto de vista) para mí lo que sí existe es la alegría, que es algo más calmado, que no te hace perseguir nada y que se da de forma natural en un estado saludable y de paz. Con un logro conseguido también se da la alegría, pero cuando los logros son forzados o forzosos no hay alegría, hay algo más cercano a la frustración porque nunca parecen “perfectos”.

Y con la perfección existe algo parecido a la felicidad. También nos hace llegar a límites y estados alterados que conllevan stress y mal estar y, además, no es natural. Esa perfección que perseguimos y que se vende detrás del desarrollo personal, muchas veces, es contraproducente en la mayoría de los casos. Fuerza a personas que tienen un carácter concreto a tener otro, por ejemplo, porque la moda lo impone. Que cada cual tenga su carácter y lo cambie si realmente quiere y puede, pero que no se haga por modas impuestas. Total, qué más da, al final va a ser lo que tenga que ser, pero bueno…

Ian.

Siempre estamos en el presente

Pero pasan cosas diferentes continuamente. Si lo piensas es una cosa muy rara. Parece que todo es pasajero, que no existe realmente. Que todo es una ilusión. Y así es, esto lo han dicho decenas de corrientes de pensamiento y filosóficas. Sin embargo, no deja de sorprenderme. Porque, si miro bien, hay algo que soy yo o más que yo que siempre ha estado detrás de todos los fenómenos.

Imagino que esto le pasará a todo el mundo. El mundo es muy raro y a la vez es muy familiar. Cumple con esta paradoja ¿Cómo nos podría ayudar saber esto? Se puede tener en cuenta que el observador siempre está observando todo lo que cambia y que él, en sí, no cambia. Tener en cuenta que ese observador está en todo el mundo y que podemos apelar a esa esencia cuando lo necesitemos.

De todas maneras, estar en el observador hace que se seleccione una vida más amable, más tranquila, más abundante. En el momento que se va al juicio, al ego personaje y no se tiene “domesticado”, entonces podemos vivir situaciones más críticas. Aún así la vida nos traerá movimiento sí o sí, no todo puede ser quietud y paz. Pero desde la quietud y la paz se puede mantener la calma en momento de tempestad. Es la teoría y también la práctica que habría que llevar a cabo para lidiar con la tempestad de la vida.

Ian.