Redes Sociales

¿Qué opinas sobre las Redes Sociales? ¿Hasta qué punto te afectan? A lo mejor eres de las pocas personas que no tiene RRSS o las usas muy poco y sólo para la creación de contenido sobre tus actividades.

Si es así enhorabuena, porque no te han atrapado. Pero si las usas como la mayoría de las personas, entonces puede que te hayan atrapado de alguna manera ¿Has comprobado cuánto tiempo pasas mirando Instagram, por ejemplo? ¿O cuánto tiempo estás en Facebook?

El otro día vi un vídeo en el que se hablaba del tiempo de vida que le queda a una persona en meses teniendo en cuenta que se mide desde los 18 años y durmiendo se pasaban unos 318 meses, 126 meses en la escuela y trabajando, 18 meses conduciendo, 36 meses cocinando y comiendo, 36 meses haciendo tareas y recados (que, por cierto, un negocio puede ayudarte a delegar, por ejemplo, un servicio de limpieza).

Al final nos quedan 330 meses para nosotros y los pasamos, la mayoría de ellos, mirando una pantalla. Si no existiesen pantallas viviríamos todo ese tiempo en la vida “real”, si es que es real la vida, que parece que sí, a priori…

Total, que es tan sólo una reflexión que quería hacerte llegar. Yo también paso mucho tiempo mirando una pantalla… ¿Y si nos decidimos a lanzarnos al mundo a ver qué pasa? También están muy bien los libros para salir de las pantallas y voy a aprovechar para recomendarte el mío que se llama “Conocimiento Fuente”…

Ian.

Charla muy interesante…

En esta charla se habla sobre cómo la mente puede entorpecernos mucho a la hora de vivir más “felices” o “alegres”. Muy interesante punto de vista que se trata poco y que, aún así, es muy importante de digerir y tener lo más en claro posible.

¿Se puede llegar a un estado de alegría casi perpetuo inclusive pasándolo mal? ¿Hasta qué punto somos dueños de nuestros estados de ánimo? Espero que disfrutes de esta charla y que te sirva de mucho…

Ian.

Estados de conciencia

Existe un Dr. que desentrañó la ciencia de los estados de conciencia clasificándolos en grados, desde el grado más bajo de vibración de conciencia, que es donde vibra el estado de la vergüenza, hasta el mayor, que es donde vibra el estado de la iluminación… Es el Dr. David R. Hawkins

Dr. David R. Hawkins

La vergüenza la mide en una frecuencia de 20 (no sé qué 20 son, si hz o qué) y la iluminación en más de 700. Hay una gran diferencia entre uno y otro. Todos hemos sentido vergüenza alguna vez en la vida, sabemos lo que es vibrar bajo, a 20 concretamente. Pero, ¿has vibrado alguna vez a 700 o más? Ahí ya hay muchísima menos gente que haya vibrado. Por lo visto, aproximadamente un 90% ó 95% de la gente vibra en menos de 200 (que es donde el Dr. Hawkins sitúa el valor).

Así que tenemos una epidemia de gente vibrando bajo en general. Ocurre que prácticamente todos los estímulos que recibimos, desde el propio hogar a la televisión, pasando por el colegio, etc. nos hace vibrar bajo en general. Todo suele centrarse en la negatividad y el desasosiego. En el victimismo y el fatalismo. Es verdad que la vida puede llegar a ser muy dura y horrible, pero la gran mayoría del tiempo la vida es amable e inclusive esos momentos duros nos sirven para aprender muchas cosas si tenemos la disposición para ello.

Es obvio que vibrar alto es algo que es difícil porque hay mucho que aceptar y transmutar y no todo el mundo está dispuesto a ejercer el esfuerzo que es necesario ejercer. Pero se puede, existen cada vez más casos de personas que logran, no sé si la iluminación, pero sí estados muy cercanos a ella. Como ahora se puede medir ya no es lo mismo que antes, ahora se puede calibrar, por lo que se puede “demostrar” que alguien está vibrando alto y saber qué hace esa persona para lograr ese estado en el que se está muy bien.

Todos queremos dejar de sufrir, está claro. Hay mucha gente a la que le gusta la recompensa que le da el sufrir, pero realmente no les gusta sufrir. Así que, si no te gusta sufrir, te recomiendo el libro “Dejar Ir” del dr. David R. Hawkins y si quieres saber la manera de llegar a este tipo de conocimiento, te recomiendo mi libro “Conocimiento Fuente”…

Ian Matus.