No esperar ya más…

Quisiera adoptar esa actitud: la de no volver a esperar nada nunca más. Si esperas, como dice el dicho, desesperas. Sin embargo parece que nos hemos creado una vida en la cual estamos esperando por cosas. Esperamos el amor, un ascenso, más dinero, una casa, un coche, casarnos, etc. etc. etc. Esperamos y esperamos mientras hacemos cosas para conseguir que lleguen esas cosas que esperamos. Pero, ¿Qué pasaría si probásemos a dejar de esperar? ¿A simplemente estar y cada vez que surgiese la necesidad de esperar, soltarla y dejar que se vaya?

Podemos liberarnos de mucha tensión y presión autoinfligida si nos liberamos de la espera. Cada cosa que está ocurriendo en el presente es la cosa que tenía que ocurrir y que, si la agradecemos y somos capaces de amarla, puede ser un deleite muy grande. Un aroma, una canción, un escrito o cualquier cosa que se esté haciendo. Cuando no tenemos pareja queremos tener pareja. Cuando tenemos pareja anhelamos la vida de soltería. La clave está, realmente, en disfrutar todo lo posible de lo que está ocurriendo ahora. Además, lo que está ocurriendo ahora nunca más volverá a ocurrir. Cada momento es único.

Creo que este mundo, esta vida, es una escuela que nos prepara para cosas muy grandes, por eso es tan dura y tan extraña. La conciencia se perpetuará hacia horizontes muy diferentes de los que estamos acostumbrados y tenemos que tener la sabiduría suficiente para saber movernos en esas circunstancias. Es sólo una creencia, pero parece ser así por muchas “evidencias”. Al final todo es un sueño y parece que nosotros estamos aprendiendo a ser soñadores y a construir nuestro propio sueño. Espero que construyas uno muy interesante y que disfrutes mucho de él…

Ian.

Somos el observador de sensaciones,

Si te fijas bien, todo lo que eres es un observador de sensaciones. Todo lo que nos pasa son sensaciones que ocurren en nuestro interior y ofrecemos una respuesta en cuanto a otras sensaciones para confluir en un actuar que se guía única y exclusivamente por sensaciones. Saber esto es muy poderoso. Se ve entonces como el mercado nos está moviendo continuamente por sensaciones. Miedos, pasiones, alegrías, tristezas, todo vale para movernos.

Todo produce sensaciones. Este escrito está produciendo sensaciones en ti sin ir más lejos. A cada cual, además, le producirá una u otra sensación, dependiendo de varios factores. Así que para cambiar cómo somos (si es que queremos cambiar algo de lo que somos) debemos suplantar unas sensaciones por otras. Esto es lo que Neville Goddard decía de mantener la imaginación como si ya se hubiese cumplido, con la sensación de lo que quieres que ocurra como si ya hubiese pasado.

Sensaciones que se traducen en emociones, sentimientos y pensamientos y, por supuesto, en palabras y actos. La sensación de seguridad es muy diferente a la sensación de inseguridad. Una depende de una sensación que es más “sólida” digamos y la otra de una sensación más “acuosa”. Como nos tratan los demás nos produce sensaciones y también cómo tratamos nosotros a los demás hace que ellos sientan y experimenten ciertas sensaciones. Es un juego delicado el de sentir y guiar el sentimiento.

Por suerte existen técnicas o formas de abordaje de las sensaciones como el Dejar Ir del Dr. David R. Hawkins. Experimentando la sensación que queremos que se vaya, sin juzgarla, sin expresarla o reprimirla. Tampoco culpar a nadie ni negar la sensación ni racionalizarla. Sintiéndola, sintiendo la sensación que produce la emoción que, a su vez, nos produce pensamientos que no queremos. Si logramos sentirla el tiempo suficiente podemos lograr que se reduzca o se elimine. El objetivo, al final, es tener el máximo tiempo posible de paz de espíritu porque las sensaciones están apaciguadas y liberadas. Por lo tanto, el objetivo es ser el observador libre de sensaciones y estar en paz completa porque, si lo piensas, cualquier cosa que hacemos es para conseguir estar en paz. El hambre te quita la paz; comer te devuelve la paz. El sueño te quita la paz; dormir te devuelve la paz…

Ian.

¿A qué velocidad van los sueños?

Parece que todo va cada vez más rápido. Es alucinante cómo parece que se está acelerando la velocidad del sueño en el que estamos todos. Recuerdo que de niño los días eran gigantes, las semanas ni te digo y los meses inconmensurables. Sin embargo, ahora hasta los niños dicen que el tiempo pasa rápido. Lo que está pasando es algo muy extraño. Lo he tratado otras veces, pero es que cada vez es más flipante, se podría decir.

Los eventos se suceden uno con otro cada vez más rápido y cada vez más extraños y de ciencia ficción. Todo parece estar desvelándose y nos estamos dando cuenta de muchas cosas en general y en grupo, en el gran grupo. Luego, en pequeños grupos no tan pequeños se están dando verdaderos saltos evolutivos. Personas que están generando vidas y repercusión con su vida a niveles cada vez más potentes y dichosos para todos. Algo está pasando y tiene más cariz positivo en muchos aspectos que otra cosa. Eso sí, lo negativo es muy fuerte también y hay que tenerlo en cuenta.

No todo es de color de rosa, pero sí que es verdad que las posibilidades que se acercan son interesantísimas en muchas cosas. Todos los campos del conocimiento y del saber se están revolucionando con el advenimiento de la IA, que ha hecho que esa velocidad de la que hablo se multiplique. No sabemos a donde nos va a llevar, como pasa con todo, porque tampoco se sabía a dónde nos iba a llevar la revolución industrial y mira dónde estamos. Así que todo es bastante extraño y de cuento. Disfrutemos de la narrativa todo lo que podamos y también, si es posible, mantengámonos en paz dentro de esta vorágine…

Ian.