Renacer

Escuchar mientras se lee…

O morir para volver a nacer ¡Qué necesario! ¡Qué oportuno! ¡Cuánto nos ahorraríamos muriendo a lo antiguo y naciendo a lo nuevo! Porque ya estamos muertos en vida muchas veces. Somos como zombis que avanzan lentos y apesadumbrados por arrastrar todos los dolores y aflicciones que hemos vivido y que no soltamos. Hace falta una gran limpieza, una gran renovación y traer el espíritu a la tierra para que la tierra se convierta en cielo.

Morir sin miedo, morir como una explosión de libertad que nos trae de nuevo a la nueva vida, a un nuevo amanecer. Y ver el brillo de los primeros rallos de luz que acarician nuestra cara. Seguramente con lágrimas en los ojos. Seguramente serena y con los ojos entreabiertos, para recordar lo que dejamos atrás y no volver a ello nunca más. Nos hemos liberado entonces de las grandes ataduras, los lastres aparentemente imposibles de liberar.

Que gran momento el renacimiento. Todo vuelve a ser como cuando éramos niños. Todo vibrante, puro, majestuoso. Si miramos hacia adelante sólo vemos posibilidades infinitas y verdad en nuestro presente para navegar el océano del tiempo seguros. Pero esta vez seguros por nosotros mismos, no por supuestas seguridades externas que sólo nos ataban más y más. Por fin somos lo que siempre fuimos, pero teníamos miedo de ser. Ahora ya no hay cabida al miedo ni a la ignorancia ni a la complacencia. Todo pasó y sólo queda el paraíso de ser libres por fin, por primera vez en la vida… Con toda la responsabilidad que eso conlleva…

Ian

Brian Tracy

Seminario Fénix en Español

Jim Rohn