La eternidad espera y hay tanta belleza que se fue, que ya no será. Estamos aquí y ahora, pero todo está cambiando. Y hay tanta belleza en el instante, en conectar con alguien, en el aroma extraño de un recuerdo de la infancia. Hay tanta belleza en saber que estamos de paso, que de aquí nos iremos a saber dónde… Belleza en tu voz cuando me hablas con ese amor que exhalas. En los gestos de un hermano que sin decir palabras lo dice todo. En la sensación de la presión en los pies cuando estás paseando porque tienes pies y piernas con las que pasear.

Belleza en los ojos tristes de alguien que vivió toda una vida de asperezas pero que aún así es capaz de sonreír a un desconocido y volver a su tristeza. ¿Puede ser bella la tristeza? Pues sí, mucha gente la ama, yo la he amado. Se puede amar la soledad y hay gente que la detesta profundamente, no se soportan ni un minuto. Belleza en la soledad amada, en los bastos universos que se imaginan estando solo, viviendo el instante infinito del ahora. Belleza en el placer y en el dolor, pues ambos nos enseñan aunque parezca que nada debemos aprender.

La eternidad espera y todavía no te conozco. La belleza suma, que es la conexión total entre dos espíritus, aunque sea por un momento, eso es belleza. Saber que todos los seres en realidad están perdidos en la infinitud y perdidos infinitamente es, mirado desde algún punto de vista, bello. Dice la película que la vida es bella. Bueno, es bella y es muchas otras cosas también. Hay tanta crueldad, tanto dolor, tanta desazón, tanta apatía, tanto de todo. Pero sí, es bella en cierta medida. Ahora, la belleza es un arquetipo, un roce de un sentir y un pensar que en cada uno es diferente.

Belleza me suena ya raro. Y es que todo está en construcción aquí, todo es efímero, incompleto, inexacto, o eso parece aparentemente. Esto es un juego extraño. Un juego que principalmente se juega con uno mismo. Toda la vida estaremos centrados en nosotros mismos y debe ser así. Podemos interactuar con millones de personas, ayudar o no y seguiremos siendo el centro de nuestro universo. Así es el juego. No podemos escapar de nosotros mismos y es bello que sea así. Hay belleza en la historia de una vida, con todos su altibajos. Pero el nivel de belleza no es igual en todas las vidas o, por lo menos, eso es lo que parece. Tal vez al morir lo veamos como realmente fue.

¿Cuántos años hace que te encontraste a ti mismo?

Ian

Siempre he querido cambiar el mundo, no me gustaba cómo era. Me sigue sin agradar mucho, la verdad, pero ahora lo veo con otros ojos. Veo dolor como el de millones de niños que pasan hambre o que son violados repetidas veces por las mafias que trafican con ellos y cosas de este tipo y no puedo sentir agrado por este mundo. Sin embargo también existen millones de personas que ayudan a otros a estar mejor, a superar traumas, etc. No sé por qué el mundo es como es, pero es como es y, además, no puedo hacer nada por cambiarlo. Seguirá siendo así, variarán cosas y se puede mejorar mucho, pero siempre existirá una pugna por el poder y una guerra entre egos más o menos inflados.

Dentro de este panorama lo único que puedo hacer es intentar cambiarme a mí mismo y esto es una tarea harto difícil ya. Me doy cuenta de que últimamente mi espíritu me está llevando a investigar y experimentar cosas que sirven para el cambio personal, para estructurar ese cambio y llevarlo a buen puerto. Cosas como la hipnosis o el control mental de Silva. También el Seminario Fénix de Brian Tracy y lecturas varias. Todo se va tornando hacia lo que voy a hacer en el futuro con mi vida y me da en la intuición que va a ser muy interesante y ameno. Si todo va por donde está yendo la cosa ahora voy a poder ayudar a mucha gente a mejorar sus vidas y eso ya es mejorar el mundo, por lo menos el humano.

Pero no me quiero adelantar. Por ahora estoy trabajando en mi mismo, o tragozando mejor dicho y disfrutando de algunos cambios significativos que me están haciendo salir del atasco en el que estaba metido y ver la luz al final del túnel, como se suele decir. Al final esta vida es una aventura que te va diciendo, poco a poco o paso a paso hacia dónde hay que ir y tú vas o te paras un rato en el camino. En ambos casos, nunca el tiempo es perdido, como dice Manolo García. Y es verdad, el tiempo no se pierde, el tiempo es y se vivencia de una forma u otra, pero no se pierde. Obviamente si haces una cosa hay millones que no puedes hacer. O si estás en la cárcel hay millones de cosas que no puedes hacer literalmente porque no puedes, pero puedes hacer otras que te pueden ayudar mucho a mejorar.

Se trata a fin de cuentas de que el cambio se está dando todo el rato, fuera y dentro, pero es interesante saber cómo cambiar cosas que nos hacen sufrir o no nos dejan vivir plenamente y cambiarlas desde la conciencia y sin esperar a salvadores, digamos. Muchos prójimos nos pueden ayudar de alguna manera a levantar el vuelo, pero nosotros siempre somos, en última estancia, los que deben mover las alas para volar.

Ian