Chismes

Escuchar mientras se lee…

“ La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente. ” Jules Romains (Louis Henri Jean Farigoule)

Es muy común, por no decir mediocre, ver a gente hablando de otras personas y mal además. Todo lo que le digas a la mayoría de la gente se puede airear rápidamente, así que ten mucho cuidado con lo que dices. No sólo por esto. Hay que tener cuidado con lo que se dice siempre, porque es nuestra palabra. Obviamente, también hay que tener mucho cuidado con lo que nos decimos. Yo me he flagelado muchísimas veces demostrándome a mí mismo que no me amaba.

Si se dicen cosas de otras personas que sean cosas buenas, positivas. Y también lo que te digas a ti mismo que sean cosas buenas y positivas. ¿Para que destruir a otros a sus espaldas o destruirte a ti mismo? Qué cosa más absurda, ¿no? Pero no sólo es absurda, sino contraproducente. Ese comportamiento termina por alejar a la gente de ti, enemistarla, que no puedan confiar en ti, etc. etc. etc. Estamos muy acostumbrados a dejarnos llevar por las corrientes de la vida, de la sociedad. Copio lo que otros hacen y lo hago yo, da igual si lo que hacen está mal o bien. Es más, si puedo copiar sólo lo malo mejor que mejor, ¿verdad que pasa?

Para solucionar esto no queda otra que monitorear lo que pensamos y lo que sentimos para no reaccionar ante ciertas cosas y no irnos de la lengua ante otras. Pero claro, ¿Quién está dispuesto a poner atención a sus pensamientos y sentimientos? Y también tener muy claro que es una falta de respeto muy grande hacia otras personas hablar de ellas a sus espaldas. Si no queda otra que hablar de una persona, sea por lo que sea, entonces mejor hacerlo pensando que la persona está presente y escuchando lo que dices de ella. Si te imaginas esto seguro que habrá muchas cosas que omitirás en tu discurso.

No podemos evitar que la mayoría cotillee y hable a las espaldas, pero podemos evitar darles datos sobre nosotros o, por lo menos, lo menos posible. De esta manera no tendrán con qué cotillear o cotillearán sobre lo que a ti te interese que cotilleen. Si quieres que se sepa algo sobre ti sólo tienes que decírselo al cotilla de turno y este lo esparcirá por todos lados, será tu publicidad andante. Y ojo, puede que sea interesante por estrategia que diga algo negativo de ti, ¿Por qué no? Pero previamente tú ya lo sabes y lo has hecho a voluntad así.

Este es el mundo en el que vivimos, señoras y señores. ¿Qué le vamos a hacer? Cuidado con lo que dices y a quien se lo dices… Y cuidado con lo que te dices. Pregúntate siempre ¿Es positivo o bueno para mí decirme esto? Si no es así, mejor no te lo digas, dite otra cosa que sí cumpla esos requisitos.

Gracias,

Ian

Decidir

A cada instante estamos decidiendo cosas. Yo ahora acabo de decidir escribir sobre decidir. Dicen que hay malas decisiones y buenas decisiones. Seguramente también existirán decisiones neutras, aunque creo que toda decisión está en un espectro entre las buenas y las malas decisiones. La cuestión es cómo lograr una optimización en las decisiones, de tal manera que la mayoría de nuestras decisiones sean buenas. Luego está también el punto de saber si realmente una decisión fue mala o fue buena.

Existe una historia muy interesante al respecto de la buena o la mala suerte que se podría comparar también con las buenas o las malas decisiones. Un labrador araba su campo a mano, con un utensilio, pero sin ayuda de ningún animal. Entonces los vecinos le decían, qué mala suerte tienes que no tienes un caballo que te ayude a tirar del arado, y él les respondía: mala suerte o buena suerte, nunca se sabe… Un buen día le regalaron en una feria un caballo y todo el mundo le decía; qué buena suerte que te han regalado un caballo con el que puedes arar el campo. Y él respondía de nuevo; mala suerte o buena suerte, nunca se sabe… Otro día, su hijo, montando el caballo se rompió una pierna y el caballo se escapó. Le decían nuevamente; ¡Qué mala suerte que a tu hijo se le haya roto la pierna! Y él decía: mala suerte o buena suerte, nunca se sabe…

Resulta que llamaron a filas al hijo, pero como tenía la pierna rota no pudo ir a la guerra y nuevamente le decían que buena suerte él nuevamente decía: mala suerte o buena suerte, nunca se sabe… Y así seguía el cuento. Al final pasa algo parecido con nuestras decisiones. ¿Fue una mala decisión haber roto con esa persona? ¿Fue buena? Está claro que hay decisiones claramente «buenas» y otras claramente «malas» y, aún así, muchas veces no tomamos las buenas y sí las malas. ¿Qué decide eso dentro de nosotros? Porque nosotros no somos, ya que si fuéramos nosotros elegiríamos realmente la buena.

Total, que, como todo, esto es un tema que tiene para rato. Te deseo buenas decisiones en tu vida y que consigas crear una especie de «arte del decidir».

Ian

82 consejos de Gurdjieff a su hija…

No diré más, los dejo ahí y que cada cual saque sus propias conclusiones…

1. Fija tu atención en ti mismo; sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a  cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir; agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes; si lo haces, te mientes y robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión, ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos; cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
39. Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
40. No actúes por reacción a lo que digan, bueno o malo, de ti.
41.  Transforma tu orgullo en dignidad.
42.  Transforma tu cólera en creatividad.
43.  Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44.  Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45.  Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas; adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pídele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie; sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que  nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo; mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en el que habites, consagra  siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio, no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.