¿Qué es la libertad?

Para empezar, diré que no tengo ni p*** idea, realmente. A partir de esta premisa lógica, voy a presentar una línea de tiempo de autores y citas sobre la libertad para tener una idea más cercana a la de la libertad y cómo ha sido concebida a lo largo de la historia:

LÍNEA DEL TIEMPO: CONCEPCIONES DE LA LIBERTAD A LO LARGO DE LA HISTORIA


700 a.C. – Isaías
La libertad es la redención del pueblo oprimido; liberación divina.

500 a.C. – Heráclito
La libertad surge del conocimiento del cambio y del logos.

400 a.C. – Sócrates
Libertad es autoconocimiento; el ignorante es esclavo de sus pasiones.

370 a.C. – Platón
Ser libre es que el alma esté gobernada por la razón.

350 a.C. – Aristóteles
Libertad como acción virtuosa en una comunidad política.

50 a.C. – Cicerón
La verdadera libertad es obedecer leyes justas y racionales.

65 d.C. – Séneca
El sabio es libre porque no depende de lo externo.

400 d.C. – San Agustín
La libertad es elegir el bien, alejándose del pecado.

524 d.C. – Boecio
Libertad como elección racional incluso en la adversidad.

1250 – Tomás de Aquino
La libertad está subordinada a la verdad y al bien moral.

1500 – Erasmo de Róterdam
El libre albedrío se cultiva mediante la educación y el alma.

1580 – Montaigne
Ser libre es resistir pasiones y conocerse interiormente.

1620 – Francis Bacon
La libertad intelectual libera de la ignorancia y el prejuicio.

1689 – John Locke
Libertad es vivir sin estar bajo la voluntad arbitraria de otro.

1750 – Denis Diderot
Libertad es emanciparse del dogma mediante el conocimiento.

1762 – Rousseau
La libertad es obedecer la ley que uno mismo se da.

1785 – Kant
Autonomía moral: actuar según la razón, no por impulso.

1819 – Benjamin Constant
Diferencia entre libertad antigua (participar) y moderna (autonomía individual).

1820 – Hegel
La libertad se realiza a través del Estado y la historia.

1844 – Karl Marx
La verdadera libertad es liberarse de la alienación económica.

1859 – John Stuart Mill
Libertad es hacer lo que uno quiera sin dañar a otros.

1891 – José Martí
La libertad requiere dignidad plena en lo individual y lo nacional.

1947 – Simone de Beauvoir
La libertad es un proyecto vital que se ejerce junto al otro.

1950 – Hannah Arendt
La libertad nace en la acción política y el espacio público.

1958 – Isaiah Berlin
Distingue entre libertad negativa (no interferencia) y positiva (autonomía).

1964 – Herbert Marcuse
La libertad se ve amenazada por el conformismo y la racionalidad técnica.

1975 – Michel Foucault
La libertad opera dentro de las redes de poder; es una práctica.

1989 – Charles Taylor
La libertad debe tener sentido dentro de la identidad y el reconocimiento.

2000 – Martha Nussbaum
Libertad como capacidad real para vivir dignamente.

2000s – Nancy Fraser
La libertad requiere justicia social: redistribución, reconocimiento y representación.

2000s – Axel Honneth
La libertad emerge en relaciones de reconocimiento mutuo.

2009 – Amartya Sen
Libertad como conjunto de oportunidades reales para elegir y actuar.

2015s – Judith Butler
La libertad se negocia en normas sociales; subversión como emancipación.

2025 – Ian Matus

La libertad es ejercer la voluntad de manera que pensamientos, sentimientos, palabras y actos vayan al unísono en post del conocimiento y del propio dominio y en contra de las fuerzas internas y externas que procuran la propia ignorancia y el ceder el propio poder a esas fuerzas internas y externas que terminan por destruirnos si no lo impedimos activamente.

Ian.

Gracias

Por vivir esta aventura, aunque ha sido muy jodida en ciertos aspectos, ha sido y sigue siendo una maravilla, a fin de cuentas. Puede ser un mundo depredador, pero aún así es un misterio insondable el que subyace a todo. ¿Qué somos nosotros los seres humanos? ¿Qué hacemos aquí en este mundo extraño? ¿Hacia dónde vamos y qué logros conseguiremos? ¿Lograremos sanarnos de nuestra creciente soledad y aflicción que está haciendo que haya cada vez más suicidios?

Iremos viendo cómo se resuelven estas preguntas si es que llegan a resolverse alguna vez. Mientras tanto creo que tendríamos que plantearnos muy en serio hacia donde vamos con toda la vorágine tecnológica y cómo podemos desarrollarnos de la manera más óptima posible. Nos está abrumando como especie y necesitamos claramente una contraparte espiritual auténtica que nos equilibre de tanto “a fuera”. Encomendarnos a Dios está bien, pero con el mazo dando que se dice. Puede ser una buena manera de enfocar la dirección de nuestra vida.

Ocurre que, como siempre, habrá seres humanos que se dejen llevar y, además, serán la mayoría, otros que se quedarán a medio camino y unos pocos que integrarán los nuevos valores y formas de moverse que, además, serán más bien valores antiguos y formas de moverse ancestrales. Estas formas nos ayudarán a superar las crisis que van a venir que van a ser muy seguidas y movidas y se podrán surfear como el que surfea una ola. Ya depende de cada uno cómo viva los cambios, pero los cambios van a venir sí o sí y están ya aquí, de echo.

Ian.

L’esprit d’escalier

¿Qué significa?

«L’esprit d’escalier» describe ese momento en el que, después de una conversación o discusión, se te ocurre la respuesta perfecta, el comentario ingenioso o el argumento ideal… pero demasiado tarde, cuando ya has salido o estás bajando las escaleras, es decir, cuando ya no sirve.

Etimología:

La frase proviene del filósofo Denis Diderot, quien escribió sobre esa sensación de quedarse sin palabras en el momento y solo encontrar la respuesta adecuada al final de la velada, al bajar las escaleras del lugar.

En español:

Aunque no hay una traducción exacta, a veces se dice:

  • Ocurrencia tardía
  • Respuesta ingeniosa que llega demasiado tarde
  • Lo que uno debió haber dicho

Pero «l’esprit d’escalier» se usa a menudo tal cual, incluso en español, como un galicismo. Es algo que nos ha pasado a todos en algún momento. Pasa con ocurrencias que podríamos haber dicho o con cosas que podríamos haber hecho también. Cuando ocurre esto surge una especie de lástima por no haber tenido la ocurrencia de decir o hacer lo que fuese que hubiéramos dicho o hecho. Sin embargo, es una lástima absurda porque no podemos hacer nada al respecto a no ser que tengamos un DeLorean tuneado para viajar en el tiempo.

Martirizarse por no haber hecho o no haber dicho al final no lleva a nada. Además, hay practicamente infinitas cosas que se pueden decir o hacer ante una situación dada y las que se nos ocurren no tienen por qué ser las mejores ni mucho menos. Y también está, fuera de «l’esprit d’escalier», el arrepentirse de no haber hecho o dicho ciertas cosas. Considero que existe este arrepentimiento y que, además, es muy común, pero que sea muy común no significa que sea ni bueno ni útil. Creo que hacemos y decimos justo lo que debemos hacer y decir. Que obedecemos a fuerzas mucho mayores que nuestra conciencia egóica y que, en ocasiones y con entrenamiento, podemos llegar a conectar con esas fuerzas y comprender entonces por qué hicimos y dijimos lo que hicimos y dijimos.

Al final suponer que las cosas son de una manera u otra es una rigidez muy grande. Pueden ser todas las cosas o ninguna a la vez, quién sabe.

Ian.