
«¿Qué paso pequeño pero valiente puedo dar hoy que esté alineado con la persona en la que quiero convertirme?» Me dice ChatGPT
En mi caso ese pequeño paso, pero valiente, es escribir aquí y ahora en mi blog. Escribir lo que siento y como lo siento. Pero no por quejarme, sino por limpiarme. Siento una comezón de dolor por no poder sentir con más intensidad y, a la vez, sé que sentir con más intensidad no me conviene. Vivo en una especie de dicotomía en la que por un lado todo me da igual y por otro me preocupo mucho por que me dé igual. Es extraño. Es como si hubiera dos personas en mí.

En realidad, en todos nosotros, hay no sólo dos personas, sino muchas personas. Esto se puede detectar fácilmente si piensas en cómo eras de pequeño y cómo eres ahora. Las personas que eras cuando eras pequeño eran mucho más detectables, pero ahora siguen existiendo y son “tendencias” que se tienen a la hora de afrontar una cosa u otra.
Elijamos la persona en nosotros que decide dar los pequeños pasos que nos llevan a la mejor vida posible para nosotros y para los demás. Vamos, si se quiere. También se puede elegir a la persona que decide tirar todo por la borda y no resignarse diciendo cosas como “de algo hay que morir”… Ya me entiendes…
Ian.