El hondo abismo de la conciencia

Desde siempre has sido la incógnita por desvelar,

El asunto más amado por Dios velado,

La locura más grande que se haya dado,

El fervor más glorioso del anhelar.

Desde siempre has sido el hondo abismo de la conciencia,

El frío hielo que soporta los infiernos por sí mismo,

Caminando solo entre multitudes de solipsismo,

Llegando a ser un faro perenne de lo que comienza.

Todo llega entonces a un fin que nunca empieza

Cayendo lento como el que se esmera,

Con suaves tonos de sombra de espera,

Que llegan todos a colmar todas tus rarezas.

Ian.

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