
La verdadera felicidad, bajo mi punto de vista actual, es tener paz. La felicidad tal cual la imaginamos es más una forma de alegría desbordante. Veo personas muy sonrientes y disfrutando de una feria, o de una barbacoa, de una discoteca, etc. Pero para mí eso no es la felicidad. La felicidad, la dicha verdadera, es tener paz y lo bueno es que, nuestro verdadero ser, es paz. Somos paz y siempre lo seremos. Ocurre que hay algo en medio que nos perturba o que parece perturbarnos, a un nivel, a una escala, en el sueño que significa vivir.

Pasan muchas cosas en la vida que, por atraparnos a ellas, por ser como atractores de nuestra atención, nos quitan la paz. Hacen que estemos en un nivel en el que estamos nerviosos, tensos, con ansiedad. Esa ansiedad es producida por las ideas de la mente, las ideas que se forma a raíz de lo que ocurre y no ocurre, normalmente más de lo que no ocurre. Podemos calmar la mente con la respiración y con una actitud de relatividad ante la situación que se ha pensado, que puede o no corresponder con una situación real.

Aún así, no me hagas caso en nada de lo que he escrito a no ser que creas que te sirve. A cada nivel corresponde una forma de entendimiento de las cosas. Hoy estoy aquí y mañana estaré allí y entonces escribiré diferente explicando otras cosas quizá sobre lo mismo. Quizá llegue a decir que no existe tal cosa como la felicidad y podría ser verdad a ese nivel… Qué cosas…
Ian.