No esperar ya más…

Quisiera adoptar esa actitud: la de no volver a esperar nada nunca más. Si esperas, como dice el dicho, desesperas. Sin embargo parece que nos hemos creado una vida en la cual estamos esperando por cosas. Esperamos el amor, un ascenso, más dinero, una casa, un coche, casarnos, etc. etc. etc. Esperamos y esperamos mientras hacemos cosas para conseguir que lleguen esas cosas que esperamos. Pero, ¿Qué pasaría si probásemos a dejar de esperar? ¿A simplemente estar y cada vez que surgiese la necesidad de esperar, soltarla y dejar que se vaya?

Podemos liberarnos de mucha tensión y presión autoinfligida si nos liberamos de la espera. Cada cosa que está ocurriendo en el presente es la cosa que tenía que ocurrir y que, si la agradecemos y somos capaces de amarla, puede ser un deleite muy grande. Un aroma, una canción, un escrito o cualquier cosa que se esté haciendo. Cuando no tenemos pareja queremos tener pareja. Cuando tenemos pareja anhelamos la vida de soltería. La clave está, realmente, en disfrutar todo lo posible de lo que está ocurriendo ahora. Además, lo que está ocurriendo ahora nunca más volverá a ocurrir. Cada momento es único.

Creo que este mundo, esta vida, es una escuela que nos prepara para cosas muy grandes, por eso es tan dura y tan extraña. La conciencia se perpetuará hacia horizontes muy diferentes de los que estamos acostumbrados y tenemos que tener la sabiduría suficiente para saber movernos en esas circunstancias. Es sólo una creencia, pero parece ser así por muchas “evidencias”. Al final todo es un sueño y parece que nosotros estamos aprendiendo a ser soñadores y a construir nuestro propio sueño. Espero que construyas uno muy interesante y que disfrutes mucho de él…

Ian.

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