
Uno puede sentirse atrapado siendo libre. Puede estar atrapado y sentirse libre y puede ser libre y sentirse libre. Por último, puede sentirse atrapado y estar atrapado. Estas son las posibilidades que, lógicamente hablando, pueden darse en cuanto a nuestra percepción de la libertad ¿Cuál te parecería la peor a ti? Si es que hay una que pueda ser peor que las demás, claro. A mí me parece la peor la de sentirse atrapado siendo libre.
No sé qué solución pueda tener esa, porque si es así normalmente no se conoce la raíz del atrape y, por lo tanto, no se puede solventar el problema. Por lo menos a priori. Puede que con el paso del tiempo se aprenda a estar libre o no, quién sabe. Pero está claro que es una situación que le ocurre a mucha gente. Tienen todo, están perfectamente, y sin embargo se sienten atrapados o sin sentido o a la deriva. Pienso que todas las situaciones tienen su por qué y corresponden a una forma de actuar y de ser que se ha tenido hasta el momento. Hay cosas que no se pueden justificar por este rasero, como por ejemplo el cáncer en un niño.
Sea como fuere, podemos estar atrapados durante mucho tiempo en una cárcel de oro, inclusive toda la vida. A mí me pasa que miro todas las posibilidades que ahora puedo ver de vida y ninguna me colma, pero porque no las veo viviéndolas y entonces no puedo juzgar verdaderamente. Pero veo las opciones que hay y muy pocas me llaman algo la atención. Eso también puede ser una forma de atrape que yo tengo. En la búsqueda de la solución estoy y, al final, estas cosas se dan para que busquemos, nos movamos y, precisamente, hagamos cosas como esta entrada en el blog que estoy haciendo ahora mismo.
Espero que te haya servido de algo este pequeño post, aunque sea para distraerte un poco de las propias cárceles que cada uno transita. A pasarlo bien y a disfrutar todo lo que se pueda de la vida, si quieres…
Ian.