
Imagino que te suena esta frase por algo que te haya pasado en la vida. Algo que no te quitabas de encima, que siempre volvía una y otra vez a tu vida. Parece que ese Demonio nos persigue a todos al menos una vez. Y es que parece que aquí venimos a aprender precisamente de ese Demonio que se repite y se repite porque caemos en su trampa una y otra vez. Puede ser con un vicio, con una actitud hacia ti mismo o hacia los demás, con un tipo de relaciones, etc.

Pero llega un momento, en ese círculo vicioso, que uno se harta ya por última vez. Uno da un golpe en la mesa y se enfrenta al demonio cara cara, cosa que debió hacer hace mucho tiempo. Pero no importa eso ya, lo importante es que ahora se le ha plantado cara, por primera vez en serio, ya la definitiva. Son muchos los demonios que nos asedian en forma de miedos. En forma de debilidades y flaquezas. Y hemos estado así desde que el hombre es hombre. Forma parte de esta vida que parece ser una escuela a la que venimos a aprender.

Lo bueno es que existen conocimientos que llevan a la sabiduría y que te hacen salir de estos ciclos endemoniados más rápido. Conocimientos a los se puede llegar cribando con cierto método o estrategia, como la que describo en mi libro “Conocimiento Fuente”. Ahí hablo de cómo llegar a encontrar ese conocimiento liberador que, por lo menos a mí, me ha ayudado a luchar contra esos demonios…
Ian.