
Es verdad que tenemos muchas cosas en común, quizá más de las que nos creemos. Pero realmente, al final, cada ser es un mundo, un universo para el que el universo gira en torno. Todos somos el centro del universo, el centro de nuestro universo. Eso hace que seamos totalmente únicos e irrepetibles. Sin embargo, hay muchísimas cosas que tenemos en común con nuestros semejantes, eso hay que tenerlo en cuenta. Casi todos tenemos hambre y sed (digo casi todos porque hay un movimiento por ahí llamados respiracionistas que ni comen ni beben según dicen…), ganas de hacerlo, sueño y necesidad de grupo, de compañía (unos más que otros).

Pero luego cada persona ha creado en sí misma una imagen del universo que es única e irrepetible. Una imagen de cómo son las cosas que es totalmente propia. También es verdad que se puede cambiar esa imagen con esfuerzo y dedicación a la causa de autoeducarse. Hay que borrar muchas cosas y grabar cosas nuevas, así que la tarea es ardua y compleja. Además de que puede conllevar varios traumas asociados al descubrir oscuridades. Pero es bueno saber que se puede salir del mundo propio y crear otro mejor o vivir en otro más amplio o más propicio. Si nos educamos pensando que somos una mierda, eso se debería cambiar y se puede cambiar. No merece la pena vivir así.

La diferencia básica entre un niño rico y un niño pobre es su educación, su forma de ver el mundo. Una forma que ha sido inculcada desde pequeñito por lo que los padres y familiares les decían y lo que hacían también. Lo mismo pasa con un niño “educado” y otro “maleducado”. Un niño triste y otro alegre. Está claro que hay ciertas tendencias orgánicas, podríamos decir, que determinan bastante cómo va a comportarse ese niño. Pero la educación que recibe es crucial para cómo el niño enfrenta y ve el mundo. De tal manera, de adultos con esfuerzo y dedicación, podemos transformar aquello que aprendimos por otras cosas que sean mejores para nosotros.

Si podemos hacer ese esfuerzo y mucha gente, cada vez más gente, lo hace, ¿por qué no hacerlo? Hay que tender a ello por mucho que las inercias sean muy grandes. Siempre se pueden buscar mentores y guías de muchas clases para avanzar en el camino. Leer, formarse, etc. etc. Somos un mundo, sí, pero un mundo en constante cambio y que se puede mejorar y mucho y menos mal que existe esa posibilidad…
Ian.