
En cáncer, concretamente. La luna llena siempre me ha afectado mucho, por ejemplo, al dormir. O, mejor dicho, al no dormir. También me ha alterado, en el sentido de ser más creativo y tener más ímpetu a la hora de crear cosas. También es verdad que es algo normal, vamos, que le pasa a todo el mundo o a casi todo el mundo. Si mueve mareas imagina lo que tiene que mover en nosotros.

De hecho, dicen que hay más asesinatos y robos en luna llena. Es curioso cómo nos afecta algo que está tan lejos y es tan extraño porque, yo por lo menos, no tengo muy claro que es la luna. Nos han vendido un conocimiento sobre cómo es la luna al igual que nos han vendido un conocimiento sobre casi cualquier cosa y nosotros lo hemos comprado. Por lo menos al principio. Pero una vez comienzas a cuestionarte cosas y te das cuenta de que los estados son como el chulito que pegaba en el colegio o en el instituto. Cuando te das cuenta de cómo nos mienten y nos humillan rápidamente si no entras en el cuadro clínico de persona “normal” adaptada a esta sociedad enferma de tantas cosas…

Es entonces que la vida te da un vuelco, porque comienzas a cuestionarlo todo. Ya no te crees lo que te han contado en el colegio sobre cómo es el mundo, sobre la historia de la humanidad, etc. El ser humano está, en su mayoría, hipnotizado y lleno hasta los topes de información falsa y mal intencionada. Producida y publicitada en masa para que la mayoría se alimente de esa información y no puedan consumir otro tipo de información de tan llenos que están. Es tanto el bombardeo en películas, series, documentales, televisión, música, etc. etc. etc. que no cabe un ápice para cualquier otra visión.

Además, otra visión produce una especie de purga que no es bienvenida, sobre todo al principio y, además, pasa como con una dieta. Al principio, la fuerza de voluntad puede llevarte a mantenerte con la dieta, pero al poco tiempo se cae rápidamente en tentaciones que están por doquier y se vuelve al estilo ordinario de alimentación, que es fatal, por otro lado. Lo mismo pasa con la información, el conocimiento y los métodos de educación. Como el método de educación es propio (el que se usa si se quiere uno liberar de las garras del pensamiento único) los métodos masivos que están operando todo el rato y en todo momento saltan al ataque con asiduidad y constantemente. Por lo tanto, hay que hacer lo mismo, volver a nuestro método una y otra vez, una y otra vez. Es una guerra que muy poca gente querría librar. Pero es la única forma de poder acercarse a saber en qué mundo vivimos…
Ian