Hoy es un día maravilloso, como todos los días

Sin embargo, pasan cosas horribles ¿Por qué en un día maravilloso pasan cosas horribles? Todo forma parte de la maravilla, podría ser. No sé por qué pasan cosas horribles, pero parece que eso forma parte de la vida. Esta vida tan rara, tan extraña. Tiene que existir el abismo para tener la sensación de paz que da haberse asomado y luego quitarse de en medio. No caer en él. Esa sensación de haber visto la cosa más oscura y luego ver algo de luz.

Los altibajos y el movimiento de la ilusión que es la vida hacen que sea difícil estar en paz, pero se puede si se observa al observador. Primero observar a los fenómenos, cómo van sucediéndose. Luego, más adelante, observar al observador. Ahí se consigue el estado de paz que se puede prolongar en el tiempo, pero que no se puede mantener eternamente porque es natural volver a observar los fenómenos y hasta olvidarse del observador.

Hay que estar constantemente volviendo al observador, una y otra vez, sin descanso, de manera que nos orientemos cada vez más hacia ese punto focal donde se produce la atención y seamos pura atención. Ahora mismo hay una guerra encubierta por nuestra atención, para que sea cada vez más pobre, más débil. Están capándonos el poder más grande que tenemos y alimentando con él cosas horribles. Yo soy el primero que ha caído en esas redes que llaman sociales, que si bien pueden tener algo positivo, realmente tienen una gran parte de negativo.

Al final cada día es maravilloso, pero puede ser también un infierno. Depende en gran medida de la calidad de nuestra atención y de dónde la pongamos ¿Dónde pones tu atención? ¿Qué es aquello que haces crecer con ella?

Ian

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