¿Para qué la vida?

Muchas veces me he preguntado esta pregunta. Ahora, a la luz de la filosofía Advaita la veo de otra manera. Más como, ¿Por qué no la vida tal cual es? ¿Por qué cuestionarme la vida? ¿Sirve de algo acaso? Los animales no se cuestionan. Está claro que no es cuestión de ser un animal, pero sí quizá aprender de ellos la presencia, el estado de aquí y ahora que vivencian todos. Están a sus quehaceres y no se preguntan por nada, que sepamos. Por lo menos la reacción que tienen no es de que se pregunten nada.

Tal vez nosotros tenemos que preguntarnos porque nos corresponde en este estadio de la vida. Quizá llegue un momento en que nos colmemos de preguntarnos porque conozcamos todas las respuestas. Pero siempre habrá quién dude de esas respuestas, aunque sean aprehendidas telepáticamente y sin ningún lugar a dudas. Siempre hay lugar para las dudas. Lo que ocurre que eso no permite la paz total. Quizá es que no tenga que existir la paz total.

Pero bueno, no importa. Estamos a finales del año 2024 y yo aquí rallándome, como siempre y quizá rallando a alguien más, que es peor. Espero que no sea así. Si estás leyendo esto, no me hagas mucho caso. Me gusta escribir lo que va surgiendo y normalmente surgen galimatías que me pregunto, que me acechan, pero que no sirven de mucho en la vida práctica, vamos. Al final lo que importa es lo práctico, sobre todo, ya que es lo que nos permite medrar en la vida. Está claro que lo filosófico sirve, pero a unos niveles que se plantean en pocas existencias, la verdad sea dicha. La mayoría de la gente no filosofa, es lo que hay.

Ian

Deja un comentario