Ahora está muy de moda la dichosa “Marca Personal”. Todo el mundo tiene que tener una “Marca Personal” si quiere prosperar en el mundo. A mí me parece algo que tiene mucho que ver con el ego. He visto prosperar a mucha gente sin tener que mostrarse, sin ser personajes “públicos”. Está claro que hay ventajas en ello si lo haces bien, pero no son mayores que las ventajas de ser anónimo y vivir sin estar “marcado”. No diré de esta agua no beberé porque es muy cierto este dicho y ya lo he vivido varias veces. Sin embargo, a día de hoy, no me gusta mucho el tema de la marca personal, aunque estoy aprendiendo de ello. Otras veces no me ha gustado algo y he aprendido de ello y luego me ha gustado. Nunca se sabe.
La gente que se mete a hacer estas cosas no entiende que se está atrapando a algo que puede llegar a ser muy parecido a la esclavitud. Si no lo puedes dejar con facilidad, es una esclavitud, y no creo que la gente que tenga su marca personal pueda renunciar a ella fácilmente. Al final muchas cosas nos atan, es cierto, y es cuestión de elegir cuál nos ata menos.
En el camino de la liberación o de la madurez humana, no me cabe lo de la marca personal como algo viable para ello ¿Pero quien soy yo para decir esto? Nadie, ¿verdad? Pienso ahora. No importa mucho lo que diga nadie, eso es cierto, al final todo se lo lleva el viento y no sabemos, pero podría ser que en un futuro exista una civilización olvidada de todo como la de los humanos que eran carnaza de los Morlocks en “La máquina del tiempo” de H.G. Wells ¿Quién sabe?
Al final cada uno elige a cada momento qué hacer y hay que lanzarse a ciertas aventuras si se quiere progresar en la vida. Pero eso sí, si se quiere progresar. Se puede uno querer quedar donde está y para mí es perfectamente loable o, inclusive, puede querer echar para atrás y también es perfectamente loable aunque esté muy mal visto en este mundo.
Ian
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