
Describir con palabras de qué está hecho el mundo es un tanto imposible. Sin embargo, las palabras llevan adosadas “sentipensamientos”, que les llamo yo. Esos “sentipensamientos” nos pueden llevar a recordar cosas que hemos experimentado en la vida y a acercarnos con más certeza a descripciones del mundo que puedan ser más prácticas y utilizables en la vida cotidiana. Se dice que el mundo está hecho de energía, pero esto es algo muy vago porque, ¿qué es la energía? ¿Qué experiencia directa tenemos con la llamada “energía”?

Realmente no sabemos muy bien qué es la “energía”, pero sí sabemos mejor qué es estar triste, o alegre o enfadado. Sabemos bien cuándo nos duele algo o cuándo algo nos produce placer. Podríamos decir que esas cosas son diferentes formas que tenemos de notar la energía en diferentes “calidades”. También se dice que el mundo es mental, que la “realidad” es mental. Que todo es mente. Este es el primer principio del Kybalion, un libro que te recomiendo leer si no lo has leído aún. Si todo es mente, el sentimiento y el pensamiento forman parte de la mente y son formas de “vivenciar” la mente. Por ejemplo, si yo te digo que te imagines un ajo y que le des un bocado fuerte al ajo, seguramente te aumente la salivación porque el ajo es muy fuerte de sabor y sólo su recuerdo hace que se salive más de lo normal.

Pero volvamos a la pregunta que he planteado:
¿De qué está hecho el mundo?
Si es mental, como parece que es (si se escudriña un poco), entonces esa mente tiene que tener unas leyes que la gobiernen o que le den forma, porque sino todo estaría a la “virulé” como quien dice, no tendría ni orden ni concierto. Sin embargo y gracias a Dios, todo parece tener un orden muy exacto y exhaustivo. Supuestamente todo está organizado en torno a los 7 principios del Kybalion, por eso te lo recomendaba más arriba.

Estos principios son:
1º Mente: Todo es Mente. El universo es Mental.
2º Correspondencia: Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba. Se podría decir también (aunque en el libro del Kybalión no lo dice) “como es adentro es afuera y como es afuera es adentro”. También serviría porque sería simplemente ver en transversal la ley de cómo es arriba es abajo.
3º Vibración: Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
4º Polaridad: Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
5º Ritmo: Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
6º Causa y efecto: Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
7º Principio de generación: La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
Estudiar estos principios al dedillo es harto recomendable. Enseñan cómo funciona el mundo y también nos hacen más libres puesto que en lugar de someternos a ellos, somos los operarios de los mismos. Siempre nos someteremos a las capas de los principios que estén por encima de nosotros, pero cuanto más seamos conocedores de los principios y estemos en equilibrio con ellos, menos nos afectarán y más libres seremos.

Así que el mundo es un juego de polaridades, fuerzas, equilibrios, causas y efectos y todas organizadas y bien distribuidas gracias a los principios que rigen el mundo. Esa mente (que es todo) está equilibrada inteligentemente de manera que todo tiene sentido y, a la vez, es muy difícil verlo. La inteligencia suprema que rige la mente suprema supera cualquier concepción de inteligencia que podamos tener utilizando nuestra menguada y corta inteligencia. Por tanto, y como se dice, viajamos a hombros de gigantes y eso, de alguna manera, trae paz a la mente y al corazón…

Ian