Vientos de cambio. Los seres humanos nos estamos volviendo más fríos, cada vez más egoístas, más distantes. Nos decimos entre nosotros en las redes sociales que es mejor estar solos y eso nos está destrozando y a la vez nos está poniendo a prueba. Ya no queremos amarnos, ni reconocernos, ni respetarnos. Nos estamos endemoniando en masa. Una parte pequeña de la población mundial está retirándose a los campos para poder vivir en la naturaleza y curarse de las grandes urbes. También intentan practicar más el respeto por los demás y por la vida. El amor por el prójimo y por uno mismo.

Otros, sin embargo, están optando por la separación, la frialdad y el egoísmo exacerbado que está polarizando a la población cada vez más y no sabemos qué derroteros puedan llevar estos movimientos, pero muy halagüeños no parecen. Sin duda son tiempos extraños y difíciles y no parece, por desgracia, que vayan a ponerse mejor. Todo aparentemente está bien en las calles, pero la gente tiene realmente un nivel de tristeza, apatía y dolor de alma muy grande. Ser escuchados es como una especie de milagro y si eres tú quien los escucha terminan confesándote que eres como un ángel que les viene caído del cielo.

Por doquier, en internet, miles de canalizadores y sanadores del alma están dispuestos a sanar a quien pague la consulta y la depresión, ansiedad, malos hábitos y otros desórdenes son tratados en podcast de todas las latitudes e idiomas. Grupos enteros de adolescentes están en los parques mirando sus móviles, hipnotizados. Y no tan adolescentes. Yo también miro mi móvil hipnotizado. Es algo global que nos está separando como nunca antes en la historia de la humanidad conocida ha pasado.

Vientos de cambio. Viene algo muy grande, muy profundo, muy ancestral. No sé si esto servirá de algo. En principio me sirve a mí como botella al mar que suelto porque veo que este problema es cada vez más grande y parece que la solución no va a ser muy bonita. Pero bueno, al final todo forma parte del gran baile de máscaras en el que vivimos que es nuestro sueño colectivo que nos hace creer que hay más seres a parte de uno mismo…
Ian