Recorrerte

Escuchar mientras se lee…

Suave recorrerte con la punta de mis dedos. Cada palmo, cada diferencia en el camino. Recorrerte con todo mi amor. Recordando vidas anteriores, otros amores que, al final, eran el mismo. Dibujarte con la imaginación y llevarlo a la práctica para llegar a las profundidades. Que tú y que yo lleguemos a lo más hondo de nosotros mismos desde nosotros mismos. Gracias a la voluntad divina de unirnos, gracias a la potestad de nuestra alma de reconocernos y gracias a la vibración oportuna que nos dijo “ahí está”, podremos bailar durante un tiempo en este mundo. Bailar juntos y tocar el más sublime de los estados humanos posibles. Pasado ese estado están los estados no humanos, a los que sólo se puede llegar perdiendo la forma humana.

Notar cada parte de tu ser y saborear la sensación de manera que se quede conmigo para siempre o, por lo menos, durante un tiempo lo suficientemente largo que me haga iluminarme y llegar a mi hogar, aunque sea mirando desde afuera. Sé que contigo todos los viajes son posibles o, mejor dicho, los viajes posibles los emprenderemos juntos y los disfrutaremos, sobre todo los viajes hacia adentro, que es el sitio más lejano que hay.

Y, al final, lo que más haremos será viajar entrelazados hacia la cumbre de las cumbres, donde nos daremos cuenta que somos el océano experimentándose a sí mismo desde una ola, o el continente experimentándose a si mismo desde una cumbre. Y, al final, qué más da todo. Se podría destacar el paraíso en la tierra que traeríamos tú y yo de subir a esa cumbre, pero sólo sería algo aparentemente destacable y, seguramente, para nosotros dos solos. Además, mirándolo fríamente, sólo sería para uno, como siempre, si es que es así la cosa. Para mí es lo más plausible, que todo sea para uno, todas las cosas, las situaciones, las experiencias, los gozos y los dolores, todo para uno. Podría ser también como en lema “Unus pro omnibus, omnes pro uno”, uno para todos, todos para uno… Todo sea por vivir de la forma más consciente posible cada momento y que esos momentos estén cargados de amor a ser posible, amor consciente. Dentro de las posibilidades de cada uno y de los devenires de todo el maremágnum de condicionantes y flujos de energía que nos mueven a actuar y ser de una manera concreta cada vez.

Ian

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