Ayer, día 5 de enero de 2024, dejé de fumar. Desde los 14 años llevo fumando y tengo ahora 44 años. Todo ese tiempo he intoxicado voluntariamente mi cuerpo. Eso me ha llevado a experimentar ciertas cosas, pues también llegué a fumar porros. Documento esto porque, aunque lleve muy poco tiempo sin fumar y puede que se dé el caso de que recaiga (espero que no firmemente), mientras tanto me parece importante dejar por escrito lo que siento ahora y lo reseñable de este día que he vivido de manera especial. Están ocurriendo varias cosas en mi vida que me están ayudando mucho a descubrir otras posibilidades y facetas de mí mismo y eso es algo cercano a maravilloso y aterrador a la vez. Siento que vienen para mí cambios muy profundos que siento que van a ser para bien y que espero poder manejar con consciencia y para un bien mayor.

La sensación de dependencia es una mierda y no quiero sentirme dependiente de una sustancia nunca más. No diré de esta agua no beberé, pero haré todo lo posible por no beber. O, más bien, me soltaré de forzarme a no beber para estar respirando aire alegremente toda mi vida y así sentirme un poco más libre dentro de toda la programación e inclinaciones que tengo por mi naturaleza. Ya sabes, el que nace en un sitio no es igual que el que nace en otro sitio. La morfología genética, las relaciones sociales, la cultura, las influencias, etc. todo ese maremágnum de cosas nos hace ser quienes somos, pero, dentro de eso, nosotros podemos elegir cómo actuamos ante esos estímulos y tomar las riendas de nuestra vida con gestos, paso a paso, sin prisa pero sin pausa, como se suele decir.
Ser adicto a algo (somos adictos a muchas cosas sin saberlo) es algo complejo y complicado de gestionar para dejar esa sustancia, pero llegado el momento, si se toma la determinación uno se vuelve imparable. Hoy, además, ha muerto un maestro del colegio al que iba de pequeño y él fumaba mucho. Un día me dijo abiertamente que lo dejara. Obviamente no le hice caso, pero hoy, después de haber decidido que no fumaría con el café de la tarde, me entero de su muerte y sale el tema del tabaco. Así que hoy sí le he hecho caso y en honor a él y a mí mismo lo dejo y me libero a mí mismo de esa cárcel. Doy gracias por ello y ahora me toca pasar el mono, pero sé que lo voy a pasar bien. Ya he tenido que pasar alguna temporada sin fumar y lo he llevado bien.
Ian