¿Determinados o indeterminados?

¿Hasta qué punto estamos determinados o indeterminados? ¿Tenemos libre albedrío realmente? A medida que escribo todo lo que escribo queda determinado y apunta hacia una dirección de pensamiento. Esa dirección de pensamiento está determinada por la anterior dirección de pensamiento y así desde el primer pensamiento que tuve. Me pregunto si estaré escribiendo cada una de las palabras que ahora escribo porque están determinadas o porque estoy eligiéndolas conscientemente. Si nos fijamos en las 7 leyes del Kybalión todo está determinado porque toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa y la primera causa es mental, proviene de la mente universal. Así que el camino ya está preestablecido. Estamos determinados. Significa eso que todos los libros del mundo y estaban escritos de ante mano, coma por coma, punto por punto.

Sin embargo, hay una parte de nosotros que nos dice que no, que no todo está predeterminado, que existe la posibilidad de elección real. La gente que así piensa se responsabiliza de sus actos y construye su vida conforme a sus elecciones y suelen tener una vida más exitosa y fructífera que la gente que se deja llevar por los oleajes de la vida, aquellos que no tienen el control de su destino porque lo delegaron a otras cosas. De todas maneras, hay gente que consigue un grado de éxito dejándose llevar y otros que intentan moldear su destino y no lo logran. Es un asunto extraño este. Depende de cuánto se conozcan las diferentes fuerzas que gobiernan el mundo y cómo moverse dentro de ellas para obtener o no el supuesto éxito.

Por otra parte, ¿quién determina qué es el éxito? Yo creo que el éxito es el logro de la coherencia máxima entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace. Ser capaz de ser fiel a uno mismo el máximo tiempo posible. De todas maneras, que esto sea así es algo muy complejo de llevar a cabo pues tenemos muchas creencias, heridas, miedos, flaquezas, etc. que nos hacen ser disonantes con nosotros mismos y con el mundo. La orquesta de disonancia que eso produce hace que esté el mundo humano tan revuelto como está. Además, ahora se favorece o se aplaude la mediocridad y se ridiculiza la impecabilidad.

Yo me pregunto si todo esto estará determinado por la mente suprema o no. Para mí sí lo está, para eso es la mente suprema, el Gran Espíritu. Para mí, si tuviésemos conocimiento de todo, sabríamos perfectamente cómo se movería cada átomo del universo. El juego está en que nos hemos olvidado de todo y estamos sumidos en un gran desconocimiento. Yo creo que esta es una manera que tiene la gran mente de descansar y disfrutar. Porque así puede creer durante un tiempo que está separada, que no controla su destino y que existen fuerzas externas a ella. Aquellas y aquellos que recuerdan porciones mayores de la mente universal son los que tienen el don de la clarividencia y la profecía, puesto que pueden ver más partes del panorama que, a fin de cuentas, y es mi creencia, es como una foto estática.

Ian

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