¿Cuánto tiempo más ha de pasar?

Escuchar mientras se lee…

Hasta que cambie la manera en que me relaciono conmigo mismo y con el mundo. Hasta que me decida a conocerte. Hasta que me decida a estar dispuesto a conocerte. Cuánto tiempo más ha de pasar desde este sentimiento de hastío extraño a ese sentimiento de logro brillante. Siento que estoy yendo con el tiempo perfecto, porque no puede ser de otra manera. Cada cuál va a su tiempo y no puede ser de otra manera. Aún así parece que no sé qué quiero aprender de la situación actual, no sé qué más me queda por aprender. Estoy muy bien y a la vez siento que me faltas, que estoy solo, aunque siempre lo estaré de alguna manera. No sé bien cómo resolver algo que ni yo sé qué es ni qué hay que resolver. Estoy en una tierra de nadie, perdido en un desierto de personas que desfilan cada una mirando su propio ombligo.

No estoy impaciente, solo tengo que cambiar ciertas cosas de mí mismo antes de poder conocerte. Puede que esté tardando mucho en cambiarlas, pero tengo las fuerzas que tengo y tengo que crear más fuerzas de flaqueza. Quiero que la transformación sea asimilable por mí en todo momento y que sea armoniosa. Puede ser así y así va a ser. Y entonces estaré preparado para conocerte. Ese momento va a ser glorioso. No tiene por qué ser majestuoso o pomposo, sino glorioso. En la sencillez puede haber mucha gloria. Tímidamente nos acercaremos, poco a poco, paso a paso. Como en una danza antigua, desconocida aún para mí.

Y entonces me conoceré el doble o el triple que me conozco ahora. Veré otras partes de mí que no he visto nunca. Con el calor del amor todo pasa mucho mejor. Es como esa píldora de Mary Poppins que ha de pasar con azúcar. A su vez te conoceré a ti y veré partes de ti que nunca había visto y te serviré de espejo para que puedas ver en ti cosas que nunca pudiste ver. Espero que sea para nuestro bien y que seamos muy dichosos.

Ian

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