Crear música

Escuchar mientras se lee…

Crear música es pintar con sonidos una poesía en el viento. Es esculpir una idea sentida en un trozo de tiempo que vibra con las formas elegidas. Es crear la estructura de un programa informático que activa el espíritu y el alma. Cuando creo música estoy absorto, conectando con otros estados, otros mundos, otras posibilidades. La vida se hace más llevadera y alegre. Es como escribir, pero en colores musicales que narran sentimientos que van y vienen, que mecen la cuna del ser.

Crear música es conducir sonidos de una pista a otra, bailando entre sí, como en una danza etérea que puede llegar a los más recónditos escondrijos del espíritu. Mezclar, como cuando se cocina, diferentes sabores sonoros en un cocido de sonidos que puede ser una delicia para el paladar del alma o, por el contrario, puede ser vomitivo si no se aprecian bien ciertos sabores musicales.

Al final, crear música es una de las cosas más deliciosas que he probado en mi vida, junto a la comida y el sexo. Doy gracias de poder experimentar el crear música por la dicha que me ofrece y es algo que recomiendo probar a todo el mundo o, por lo menos, a aquellos que tienen inclinación por la música.

Ian

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