Luna llena

Escuchar mientras se lee…

Ayer, 1 de agosto de 2023 fue Luna llena. Y yo me pregunto ¿Qué es la Luna? ¿Alguien realmente en este mundo sabe qué es la Luna? Yo creo que no, que nadie lo sabe realmente. Pero, ¿Qué es un árbol? Tampoco lo podemos saber. Todo, y es mi humilde opinión, es un misterio insondable. No puedo afirmar categóricamente, de todas maneras. Alguien puede que lo sepa, pero quizá lo sabe de una manera imposible de transmitir a otros. Creo que el «saber saber» está más allá del entendimiento y, por lo menos yo, no he llegado allí todavía. Seguramente cierta clase de indígenas sepan qué es verdaderamente un árbol, o una seta. Pero no lo sé seguro.

Si, parece una disertación de borderline, pero si uno se para y reflexiona sobre el mundo y sus cosas todo es completamente extraño. Puedes hacer la prueba sencillamente mirándote una mano durante 5 minutos de reloj. Sí, te pones una cuenta atrás de 5 minutos y te dedicas esos 5 minutos exclusivamente a mirarte la mano. Verás que tu mano es algo muy muy raro.

Yo hice algo parecido con una vela una noche. Me mantuve observándola desde que la encendí hasta que se apagó sola. Una experiencia muy potente y horrible en varios momentos. Y os puedo asegurar que el fuego de la vela tenía vida propia. Reaccionaba a mis pensamientos hacia ella. Toda una experiencia, barata, sin salir de casa, pero tremenda. Mucho más que montarse en una montaña rusa.

¿Y la luna? Siempre da la misma cara. Y que vengan y me cuenten el cuento para niños de que es porque coincide la rotación de la luna con la de la Tierra de manera que siempre da la misma cara. Eso es absurdo a más no poder. Es, visto desde las probabilidades, como darle una tiza a un momo y que te escriba «Los Pilares de la Tierra»… No, señores, las cosas no funcionan así. Es algo muy serio en lo que vivimos y tenemos nuestro ser y casi nadie se da cuenta de ello. Pero bueno, habrá que distraerse un poco, ¿no? Pues sí, todos lo hacemos…

Pero la luna sí tiene algo y es que altera los comportamientos. Afecta a las mareas y a saber qué más maravillas hace y con qué fin o fines reales lo hace… Todo parece estar puesto ahí al milímetro por una inteligencia obviamente muy superior a la nuestra que quizá, tal vez, sea nuestro carcelero o nuestro maestro, o las dos cosas… Quién sabe, ¿verdad?

Ian

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