La soledad infinita

Escuchar mientras se lee…

No sé si has pensado alguna vez en qué es esto en lo que estás metido. ¿Qué es la vida en la que te mueves y tienes tu ser? ¿Quién eres tú? ¿Eres algo? Si no somos iguales cuando nacimos que cuando teníamos 5 años o que cuando teníamos 19, ¿Qué somos realmente? Si te quedases solo en el mundo al estilo «Soy Leyenda» pero sin zombis, ¿Qué harías? ¿Te dejarías morir? ¿Inventarías un muñeco como en la película «Naufrago»?

Hay mucha gente que necesita mucha interacción social para poder estar «bien». Si no es así no pueden soportar estar solos ni una hora. En realidad todos tenemos una pulsión muy grande hacia socializar y si esa pulsión no se ve satisfecha o se ve mermada por algo como una enfermedad como pueda ser la agorafobia o la fobia social, se pasa muy mal. Pero hay un tipo de seres humanos que buscan la soledad y el aislamiento del mundo durante varios años. Van, aparentemente, en contra de sus pulsiones primarias. ¿Qué les lleva a hacer eso? ¿Qué descubren de sí mismos en esa situación tan extraña? ¿Vuelven luego a la sociedad?

En mi experiencia personal he conocido a gente que necesita mucha interacción social y otros que la rehúyen, por así decirlo. En ese abanico de posibilidades hay de todo y unos pueden cambiar el rumbo hacia un lado o hacia el otro del espectro. Pero existe un planteamiento filosófico muy curioso sobre lo que es el mundo, el por qué de la vida. Y me parece muy acertado, por cierto. El planteamiento es que el mundo se trata de un sueño soñado por el mismo soñador y ese soñador eres tú. No hay más.

El escenario que ves en tu vida día a día es una proyección de tu subconsciente y los personajes con los que te topas, sean personas, animales, plantas o fantasmas, son proyecciones de tu subconsciente también. La cuestión es, cómo es posible que haya un «otro» que siente, piensa y actúa por su cuenta propia aparentemente. Bueno, por eso he puesto aparentemente. Si tú sientes, piensas y actúas de una manera concreta hacia esa persona, esa persona, a su vez, va a actuar, pensar y sentir de una manera concreta hacia ti.

¿Por qué pasa eso? ¿Por qué nos llevamos bien con unas personas y con otras no? ¿Podríamos llevarnos bien con todo el mundo? ¿No es verdad que existen personas que se llevan mal con casi todo el mundo? Pues lo mismo podemos llevarnos bien con todo el mundo o con casi todo el mundo. El punto de toda esta reflexión es que los «otros» son tu subconsciente. Tus familiares son más como el consciente, los que conoces y te conocen mejor. Tus amigos pasarían a ser un subconsciente cercano. Y los conocidos un subconsciente lejano. Aquellos a los que no conoces serían directamente tu inconsciente. Pero todos, absolutamente todos, son tú. Sean de aquí, de Pekín o de las Pléyades.

La pregunta entonces es ¿Por qué sueño todo esto? Y la respuesta que dan algunos ante esta forma filosófica de ver la vida o la existencia es «porque estás solo«. No hay nadie ni nada más que tú. Todo el universo es un sueño que estás soñando y algún día despertarás a la soledad infinita

Ian

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