Equilibrio

¿Cómo mantener el equilibrio en una sociedad tan enferma? ¿Qué hay que hacer en la vida para estar equilibrado? ¿Se puede mantener el equilibrio en todo momento? Los estoicos tenían una filosofía de vida en la que el equilibrio de los diferentes humores humanos era lo buscado. Ellos procuraban no dar importancia a lo que ocurriese externamente y mantenerse así serenos, tranquilos, sin grandes oscilaciones en el estado de ánimo.

En la sociedad en la que vivimos los estados de ánimo fluctúan mucho porque nos hemos vuelto muy caprichosos en muchos aspectos. Las grandes multinacionales producen productos que nos hacen a su vez más caprichosos porque les interesa que seamos consumidores ávidos de comprar el nuevo tal o el nuevo cuál. Lo mismo ocurre con terapias que están creciendo a una velocidad vertiginosa debido a la demanda creciente de paliativos a las carencias que tenemos o creemos tener. Por esto y por más cosas, mantener el equilibrio en estos tiempos es algo muy complejo.

Después se dan los grandes escenarios que nos venden desde la televisión y los medios de manipulación masivos que nos llevan a tener un estrés continuado por problemas inventados o maximizados y que, además, no nos competen a nosotros realmente. A este respecto pienso que hay que hacer una terapia de limpieza de estímulos externos negativos de toda clase. Algo básico es dejar de la ver la televisión, ya que alimenta nuestra avidez natural por lo negativo y morboso a niveles nunca antes visto en la historia de la humanidad conocida.

Luego está el uso cada vez más grande de pantallas para todo y el relacionarnos digitalmente cada vez más en detrimento de la socialización presencial y directa, como ha sido toda la vida hasta hace muy poco. Esto está alterando muchísimo el equilibrio de nuestro bienestar social y creando relaciones disfuncionales y extrañas que nos desconciertan y nos desequilibran más todavía ya que esta casuística se une a las anteriormente dichas y a varias más que nos están afectando, como puedan ser la alimentación cada vez más pobre en nutrientes y que nos desnutre en lugar de nutrirnos, con lo que esto afecta también a los equilibrios químicos del cerebro y dificulta un equilibrio en el temperamento.

La situación es bastante crítica en muchos sentidos y no se sabe bien a dónde va a parar, pero lo que está claro es que no a buen puerto si la cosa sigue tal cual va. Gracias a que hay un grupo humano creciente de personas concienciadas al respecto de estas situaciones podemos decir que hay una cierta esperanza en el futuro. También hay que recalcar que el futuro siempre ha sido y será incierto, por lo que podemos elegir enfocarnos en él de manera negativa, positiva o neutra. En mi caso opto por enfocarme en la positiva y tengo ciertas referencias que me hacen pensar que sí va a ser un buen futuro. Que nos espera un renacimiento en la humanidad en el que la combinación de artes, ciencia, literatura y conocimiento en general van a traer buenas nuevas a la humanidad llegado el momento. No sé cuándo será eso, pero sí parece que primero tendrá que caer lo obsoleto, lo que no está más que entorpeciendo a la humanidad y que es mucho y en muchos aspectos diferentes.

Tal vez todo ese entorpecimiento sea lo que, al final, impulse un cambio brutal y un giro en los acontecimientos que nos lleve a mejorar mucho como humanidad y a equilibrarnos por fin en los aspectos más fundamentales, por lo menos. Espero que podamos ver el comienzo de esa era de equilibrio y sabiduría que nace de superar una crisis existencial fuerte que es, precisamente, la que estamos viviendo actualmente.

Ian

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