¿Realmente hay que perseguir los sueños? ¿Son sueños nuestros o implantados? ¿Hasta qué punto es mejor soñar o despertar de todos los sueños? Lo que veo es que mayoría de la gente no persigue sus sueños y los que lo hacen parecen más «felices». En ambos casos ninguno de los que está en estos grupos consigue comprender por qué estamos aquí. Nadie parece comprender esto y la mayoría de la gente ni lo busca. Se pierden en las elucubraciones que les presenta la vida y por ahí van moviéndose hacia ninguna parte en realidad.
Todos estamos así, nadie se libra que yo sepa, aunque se supone que hay seres humanos que sí han conseguido librarse. Ocurre que estos seres humanos no son conocidos. Puede que Cristo, Buda o Lao-Tse llegasen a estas cumbres, pero tampoco lo podemos saber. Sólo se puede saber llegando uno mismo y la determinación que hay que tener para tal proeza es sobrehumana, aunque empieza siendo humana.
Al final perseguir los sueños dentro de esta gran ilusión puede estar bien o no, dependiendo de lo que persigas. Se puede perseguir fama, dinero, estatus, etc. pero esto en realidad está vacío de propósito verdadero, de esencia. Considero que la búsqueda de la realidad o de realizar la realidad, en contraposición a perseguir o realizar los sueños es algo muy escaso en el mundo. Buscar la verdadera realidad dentro de tanto engaño y mentira, dentro de tanta ilusión, es muy complejo. Demasiadas distracciones. Pero con determinación quién sabe dónde podemos llegar…
Ian